España se sitúa en quinto lugar en la lista de países de la Unión Europea por número de habitantes y representa el 9,1% del conjunto de la población europea, a pesar de que se mantiene entre los países con una menor tasa de nacimientos (cuarto por la cola, con una tasa del 8,7 por mil), según los datos de la Agencia Europea de Estadística (Eurostat)

La Unión Europea contaba con 511,18 millones de habitantes a 1 de enero de este año, una cifra que mejora levemente los 510,3 millones de enero de 2016.

Además, el número de nacimientos y de fallecimientos fue prácticamente idéntica (5,1 millones), lo que deja la variación natural en valores neutro, por lo que la agencia Eurostat atribuye a la inmigración que la población haya podido crecer este año.

Por países, Alemania (82,8 millones), Francia (67 millones) y Reino Unido (65,8 millones), son los Estados miembro con mayor peso poblacional, seguido de Italia (60,6 millones) y de España (46,5 millones). Un total de 18 países han crecido en número de residentes y diez han bajado sus cifras.

Recientes datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) correspondientes a 77 países muestran que la resistencia a los antibióticos está haciendo que el tratamiento contra enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la gonorrea, sean cada vez más complejo

Cada año, se estima que 78 millones de personas están infectadas con gonorrea, una patología que afecta a los genitales, el recto y la garganta. Las complicaciones de esta patología se observan desproporcionadamente en mujeres, incluyendo la enfermedad inflamatoria pélvica, el embarazo ectópico y la infertilidad, así como un mayor riesgo de VIH.

"La bacteria causante de la gonorrea (el gonococo) son particularmente inteligentes. Cada vez que utilizamos una nueva clase de antibióticos para tratar la infección, las bacterias evolucionan y se vuelven resistentes", según la Dra. Teodora Wi, funcionaria médica del departamento de Reproducción Humana en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Algunos países -sobre todo los de ingresos altos, donde la vigilancia es mayor- registran casos de infección que no son tratables por los antibióticos conocidos. "Estos casos pueden representar solo la punta del iceberg, dado que los países de menores ingresos, donde la gonorrea es más frecuente, carecen de sistemas para diagnosticar y notificar las infecciones intratables", agregó la Dra. Wi.

La disminución del uso del preservativo, el aumento de la urbanización y los viajes, las tasas de detección de infecciones deficientes y el tratamiento inadecuado o ineficaz contribuyen a este aumento. 

La Asamblea General de la Organización Médica Colegial (OMC) en su reunión del pasado sábado aprobó una Declaración de la Comisión Central de Deontología (CCD) sobre el secreto médico en la que se indica que ni este ni el derecho a la confidencialidad "son absolutos", sino que existen excepciones cuando entra en juego la salud o la vida de terceras personas. Asimismo, recomienda a los médicos pedir consejo a su Colegio profesional ante situaciones conflictivas relacionadas con estos casos

La Comisión Central de Deontología de la OMC es consciente de que la revelación del secreto médico, aún para proteger a terceros o a la sociedad, plantea al médico un gran problema ético no exento de responsabilidad legal. Ello le ha llevado a elaborar una declaración sobre el secreto profesional, defensa social y protección de riesgos laborales. 

La CCD recuerda que el Código de Deontología Médica permite la revelación del secreto médico en sus justos límites y como algo excepcional en determinadas situaciones.

La declaración final de la cumbre del G-20, celebraba el pasado fin de semana en Hamburgo (Alemania) incluye, las conclusiones del Grupo de Trabajo de Salud, que se incorpora, por primera vez a la cumbre. Los resultados se traducen en un compromiso por el fortalecimiento de los sistemas de salud y la lucha por las resistencias a los antibióticos, considerada una de las mayores amenazas para la salud mundial 

En la reunión del G-20 de Hamburgo se reunieron, por primera vez los ministros de salud con el director general de la Organización Mundial de la Salud, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, que se estrenaba en el cargo, haciendose un llamamiento a la ONU para que la salud mundial ocupe un lugar destacado en la agenda política, al tiempo que solicitaron "esfuerzos cooperativos" para fortalecer los sistemas de salud en todo el mundo.

Se hizo una revisión el problema de las pandemias, lo que podría poner en peligro la estabilidad económica en su conjunto. Al respecto, se puso de manifiesto el papel crucial que puede ejercer el G-2 para avanzar en la capacidad de respuesta ante los desafíos más impactantes en salud, llegándose a la conclusión de que está "ahora mejor equipado" para hacer frente a una pandemia. Sobre este aspecto se discutió ampliamente el papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS), apoyándose el papel central de coordinación que tiene encomendado.

Asimismo, se abogó por la cobertura universal de la salud, la implementación de los recursos humanos en el ámbito sanitario, el desarrollo sostenible, la erradicación de la poliomielitis y el impulso a la investigación en particular para combatir patógenos identificados por la OMS y la tuberculosis.

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