El Consejo de Colegios de Médicos de Castilla y León ha instado a la Consejería de Sanidad a la "retirada inmediata" del Documento "titulado “Procedimiento para la gestión enfermera de la demanda en Atención Primaria” elaborado en abril de 2017 por la Dirección General de Asistencia Sanitaria de Sacyl, al considerarlo un "claro ejemplo de intrusismo profesional"

Como se recuerda desde el Consejo de Colegio de Médicos castellanoyleonés, dicho documento está basado en un acuerdo previo entre la propia Consejería de Sanidad y el Consejo de Colegios de Enfermería  de Castilla y León y Satse, supone un reorganización unilateral del proceso asistencial para encubrir las sobrecargas asistenciales que soporta el médico en AP, transfiriendo competencias propias del mismo al personal de enfermería. 

Es, por tanto, tal y como señalaba recientemente CESM Castilla y León, un claro ejemplo de intrusismo profesional que, a parte de sus consecuencias desde el punto de vista penal, disminuye la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes, contribuyendo al deterioro progresivo de la Atención Primaria en nuestra Comunidad Autónoma.

Según indica el órgano colegial médico, se trata de un programa "en el que se confunde intencionadamente el triaje, como herramienta de asignación de prioridades asistenciales en función de las necesidades de los pacientes, y la consulta de enfermería que viene ya funcionando en todos los centros de salud, con la 'gestión de la demanda' que en realidad es una consulta médica al incluir en sus actividades el diagnóstico y, en ciertos casos, el tratamiento de procesos que apriorísticamente se catalogarán por la enfermería como de baja complejidad". 

Las olas de calor han causado más muertes en Europa en las últimas décadas que cualquier otro fenómeno meteorológico extremo, según la Organización Mundial de la Salud. El golpe de calor es la complicación más grave, que se produce cuando el cuerpo humano se vuelve incapaz de controlar su temperatura, causando a menudo la muerte.

Este tipo de calor lleva a una creciente preocupación por la salud y el bienestar de los grupos vulnerables, como los niños pequeños, los ancianos y los pacientes con enfermedades crónicas. Las olas de calor prolongadas y sostenidas también se están produciendo con mayor frecuencia en distintas partes de Europa y pueden atribuirse en gran medida al cambio climático. Se teme que su impacto aumente en el futuro, de acuerdo con el incremento previsto de las temperaturas. 

Las fluctuaciones extremas en la temperatura exterior pueden contribuir directa e indirectamente a enfermedades cardíacas y respiratorias, particularmente entre las personas mayores, según OMS Europa. 

El calor excesivo también puede desencadenar una variedad de enfermedades relacionadas con este fenómeno tales como deshidratación, hinchazón, mareos, calambres y golpe de calor. Precisamente, este último es la complicación más grave, que se produce cuando el organismo se vuelve incapaz de controlar su temperatura, causando a menudo la muerte.

La Federación Española de Fibrosis Quística (FEFQ), ha creado un decálogo de pautas para ayudar a las personas con fibrosis quística a evitar sus posibles efectos adversos durante el verano, y disfrutar de estos meses.

La fibrosis quística es una enfermedad crónica y hereditaria que afecta al sistema respiratorio y digestivo. En concreto, esta enfermedad produce secreciones que espesan el agua, sodio, y potasio obstruyendo los canales que las transportan. De esta forma, las zonas de los pulmones, hígado, páncreas y sistema reproductor se ven obstruidos por la aparición de inflamaciones e infecciones.

Los especialistas y asociaciones advierten que las personas con este enfermedad presentan deshidrataciones graves asociadas a pérdidas aumentadas de sal por sudor. "El aumento de temperaturas se puede producir alcalosis metabólica: una descompensación en sangre de los niveles de bicarbonato que puede hacer que la persona se encuentre más cansada de lo normal, con malestar generalizado, incluso llegar a producir vómitos y diarrea", señaló el vicepresidente de la Federación Española de Fibrosis Quística, Juan Da Silva.

Por todo ello, la FEFQ ofrece 10 consejos para las personas con esta enfermedad: llevar bebidas isotónicas o sueros de rehidratación orales, así como zumos; tomar suplementos de sal; comer fruta deshidratada, el cacao, las legumbres, los zumos de naranja y tomate, los frutos secos por tomar un suplemento de potasio; no beber alcohol; evitar bebidas azucaras o con cafeína; no hacer grandes esfuerzos; salir en sitios frescos; airear la casa y escoger ropa adecuada para las altas temperaturas como gorros o prendas de color claro.

El año pasado se produjeron en España 102.362 accidentes de tráfico con víctimas, en los que perdieron la vida 1.810 personas, cinco cada día, otras 9.755 resultaron heridas graves y necesitaron ingreso hospitalario y 79.256 sufrieron heridas leves, según informó la Dirección General de Tráfico (DGT)

Estos datos se refieren a los accidentes ocurridos en 2016 en vías urbanas e interurbanas y con el seguimiento de la evolución de los heridos hasta 30 días después del accidente, y por tanto son datos consolidados.

El incremento del 7% de fallecidos respecto al año anterior fue desigual en vías interurbanas que en urbanas. Mientras en urbanas aumentó el número de víctimas mortales en un 18% (+78 fallecidos), en el caso de las vías interurbanas el incremento fue de un 3% (+43).

Seis de cada 10 siniestros con víctimas tuvieron lugar en vías urbanas, pero los accidentes con víctimas mortales se concentraron en vías interurbanas.

Así, el 36% (36.721) de los accidentes de tráfico con víctimas tuvieron lugar en vías interurbanas. En estas carreteras se produjeron el 71% de las víctimas mortales (1.291), de las cuales 959 fueron en vías convencionales. En las vías urbanas se produjeron 65.641 accidentes con víctimas, en los cuales fallecieron 519 personas (el 29% del total), 4.705 resultaron heridas y hospitalizadas y 79.256 sufrieron heridas leves.