La segunda mesa del primer seminario de la Escuela de la Profesión Médica abordó la reconstrucción material y moral de la profesión médica, un foro en el que se puso el acento la necesidad de poner en marcha una reconstrucción profesional, donde los médicos tengan un papel determinante con el objetivo de activar los lazos de apoyo mutuo y de exigencias a las instituciones para que den respuesta al daño material y moral causado en la profesión médica, y ayuden a honrar la deuda contraída por la sociedad con sus sanitarios tras este año y medio de pandemia. Entre las principales conclusiones se puso de manifiesto la necesidad de mejorar la calidad del empleo, el fomento de la formación en diferentes ámbitos y promover la prevención en salud.

En la mesa moderada por el Dr. Enrique Guilabert, tesorero del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), participaron el Dr. José Ramón Repullo, profesor de la Escuela Nacional de Sanidad; Dr. Manuel Martínez Sellés, presidente del Colegio de Médicos de Madrid; Benjamín Abarca, secretario general de FACME, Dr. Rafael Tejido, director gerente del Hospital Marqués de Valdecilla; Raquel Murillo, directora general adjunta de A.M.A. y la Dra. Rosa Arroyo, vicesecretaria del CGCOM.

Esta postura de la corporación, recogida en un comunicado emitido el pasado mes de julio, incidía en que dificultar la objeción de conciencia del personal sanitario es una mala solución que resulta inaceptable e injusta y que han de ser los Servicios de Salud y Servicios Sociales los que deben de realizar bien su labor y gestión para garantizar que las mujeres que se vayan a someterse a una Interrupción Voluntaria del Embarazo cuenten con el apoyo apropiado.

Ante las recientes informaciones referidas al caso que ha tenido lugar en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid difundidas en los medios de comunicación, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) recuerda que la objeción de conciencia del personal sanitario es un derecho individual al que puede acogerse quien considere que una práctica o procedimiento va en contra de sus convicciones y creencias. La garantía de que una prestación del Sistema Nacional de Salud esté disponible y sea accesible, trasciende el ámbito individual, se articula a través de las redes sanitarias, y tiene como protagonistas a los gestores, más que a los médicos/as.

Un grupo de trabajo impulsado por la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) ha preparado un informe con propuestas y recomendaciones que entregarán al Ministerio de Sanidad, para la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública, "una oportunidad para transformar las políticas de salud y mejorar la salud de la población española".

En ello han trabajado un grupo de expertos, cerca de 30 profesionales de distintos ámbitos y de las diez sociedades científicas que forman parte de SESPAS, quien impulsó esta iniciativa para trasladar al Ministerio de Sanidad un documento sobre cómo debería ser el futuro Centro Estatal de Salud Pública.
 
El trabajo que han llevado a cabo durante meses se ha plasmado en un documento con propuestas y recomendaciones abiertas y se ha presentado en un encuentro en la Escuela de Salud Pública de Menorca para su discusión y aportaciones. No obstante, el objetivo del informe es facilitar las decisiones sobre la configuración de este organismo desde una perspectiva científica, técnica e independiente, basada en los valores e ideas que fundamentan la salud pública.

La Organización Mundial de la Salud publicó el pasado mayo un informe en el que observa las "oscuras" consecuencias del consumo de los nuevos productos de tabaco, concretamente cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentados. Tras un extenso análisis donde repasa la diferente literatura científica, concluye que deben de endurecerse las medidas que rodean a la venta de estos productos.

En el informe, del que se hace eco la Oms Europea, analiza una variedad de cuestiones, desde el daño causado por los ingredientes tóxicos y la exposición a la nicotina hasta cómo, sin apenas regulación, los nuevos productos de tabaco y nicotina se comercializan de forma agresiva para los usuarios potenciales, incluidos niños y adolescentes.
 
El grupo de estudio de la OMS sobre la reglamentación de los productos de tabaco tiene como objetivo informar a los responsables de la formulación de políticas sobre los antecedentes científicos de estos productos y los insta a cerrar las brechas reglamentarias para los nuevos productos de nicotina y tabaco. Estos incluyen sistemas electrónicos de administración de nicotina (ENDS) y productos de tabaco calentados (HTP).