La Asociación Médica Mundial aprobó en su 68ª Asamblea General, celebrada, recientemente, en Chicago una nueva versión de la Declaración de Ginebra, equivalente del juramento hipocrático, de carácter básicamente ético, que hacen aquellos que se gradúan en Medicina. La actualización ha supuesto la incorporación de dos conceptos clave como son la autonomía del paciente y el cuidado de la salud del propio profesional

Aspectos relacionados con la relación médico-paciente, la confidencialidad médica, el respeto por los maestros y colegas han sido revisados de acuerdo con los cambios y la evolución de la profesión médica,
 
Desde su elaboración en 1948 la Declaración se ha convertido en un documento central de ética médica y una versión moderna del Juramento Hipocrático de 2.500 años”. Su última revisión se produjo en 2006, considerándose la recién realizada como la más importante “al haberse dado la posibilidad de que toda la profesión médica participase y aportase, tras haber estado abierta y expuesta desde 2016 al colectivo médico de todo el mundo”, según destacó el coordinador de relaciones internacionales de la OMC, Dr. José Ramón Huerta.


“Respetaré la autonomía y la dignidad del paciente”, se convierte en la frase más novedosa de la Declaración revisada. “Con ella se completan los cuatro principios fundamentales de la ética médica que todo profesional debe aplicar: Principio de autonomía; Principio de beneficencia; Principio de no maleficencia; y Principio de justicia”, explica el Dr. Huerta.
 
El otro aspecto novedoso es el de su compromiso por el cuidado de su propia salud, bienestar y capacidad de prestar la atención médica del más alto nivel. Con este artículo, como explica al respecto el Dr. Huerta, se sella la garantía de la salud del propio paciente. Al tiempo que aprovecha para destacar  que pocos países trabajan y velan como la Organización Médica Colegial por la salud de sus profesionales, a través de su Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME).
 
Asimismo, se incluye la obligación de que el profesional comparta los conocimientos médicos “en beneficio de sus pacientes y el progreso de la salud”.
Mientras, quedan modificados algunos de los puntos que configuran la Declaración, que pasan a ser 13 en lugar de los 11 anteriores. Así, en el nuevo texto el médico no consagra sino “dedica su vida al servicio de la humanidad”. Además, no solo velará por la salud del paciente sino también por su bienestar.
 
El respeto y gratitud que el médico otorga a sus maestros se extiende, a partir de ahora, a sus colegas y a los estudiantes de Medicina, mientras se suprime el punto de “considerar como hermanos y hermanas a los colegas médicos”.
 
Además, en la nueva Declaración el facultativo se compromete a ejercer la profesión no solo “a conciencia y dignamente”, como figuraba en anteriores versiones sino, “conforme a la buena práctica médica”.
 
Finalmente, la aspiración de la Asociación Médica Mundial es que la reciente actualización de la Declaración de Ginebra llegue a convertirse en la base de un código ético mundial para todos profesionales dedicados a la Medicina.

FUENTE: medicosypacientes.com


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