España tiene 3,4 neumólogos por cada 100.000 habitantes pero existe una gran heterogeneidad por comunidades autónomas y, de hecho, hasta un total de ocho CC.AA. no alcanzan las recomendaciones mínimas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 3,5 y 4 profesionales por cada 100.000 habitantes, para ofrecer una atención de calidad, según se desprende de un estudio presentado en el 50º Aniversario de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)

Las enfermedades respiratorias son la tercera causa de hospitalización y de mortalidad en España, y el primer motivo de consulta en Atención Primaria. Pese a estos datos, numerosos hospitales del SNS (Sistema Nacional de Salud) no disponen de Unidades Asistenciales autónomas de Neumología. Pese a la precariedad, los neumólogos españoles han logrado reducir la mortalidad de enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica, en un 27%; la neumonía, en un 22%; y en un 13% en otras enfermedades del aparato respiratorio durante los últimos 10 años.

Estas cifras serían muy mejorables si el estado de salud de la Neumología en España no fuera tan precario como indican los resultados del “Proyecto Recursos y Calidad en Aparato Respiratorio (RECALAR). Calidad en Neumología”, presentado en el 50º Congreso de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), clausurado hoy en Madrid. Las cifras de este estudio también muestran, por ejemplo, como los resultados de calidad asistencial en las Unidades de Neumología son mejores que en otros servicios como los de Medicina Interna. La Dra. Pilar de Lucas, ex presidenta de SEPAR y coordinadora de este estudio comenta: “aunque estos resultados van a requerir un análisis adicional, que permita valorar criterios de gravedad, no es la primera vez que se detectan carencias en la misma línea, incluso después de las correcciones”.

Una de las conclusiones más llamativas del informe es la acuciante escasez de facultativos en esta especialidad. La tasa de neumólogos por 100.000 habitantes por Comunidades Autónomas sitúa a Canarias (2,6) como farolillo rojo, seguida de Andalucía (2,8) y Cataluña (3,0). En cambio, las más favorecidas son Asturias (6,0), País Vasco (4,7) y Navarra (4,4). Hasta ocho Comunidades Autónomas españolas -Canarias, Andalucía, Catalunya, Illes Balears, Galicia, Madrid, Valencia y Castilla La Mancha- no alcanzan las recomendaciones mínimas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son de entre 3,5 y 4.  

Según cifras de 2014, el número de pacientes atendidos en las Unidades de Neumología de los hospitales públicos españoles fue de 127.635, con una tasa de mortalidad de un 3,9%, un 12,8% de reingresos y una estancia media en el hospital de 8,3 días. Estos son unos índices considerablemente mejores que los atribuidos a Medicina Interna (con una mortalidad del 12%, una tasa de reingresos del 14,6% y una estancia media de 9,6 días). “Es muy llamativo que pese a estos datos, menos de la mitad de los pacientes con enfermedades respiratorias son atendidos por especialistas neumólogos”, comenta la Dra. de Lucas. Canarias, Andalucía y Extremadura son las Comunidades con mayores tasas de mortalidad por enfermedades respiratorias y La Rioja, Murcia y Baleares, las que disfrutan de las cifras más bajas. Existe una gran disparidad en estas cifras, hasta el punto que Canarias tiene el doble que la Rioja. 

Pese a ser fundamental para la calidad asistencial al paciente respiratorio agudo, casi la mitad (47,9%) de las Unidades de Neumología españolas carecen de áreas específicas para tratar la insuficiencia respiratoria grave, que precisa ventilación mecánica no invasiva. Por otra parte, un tercio de las unidades cuenta solo con áreas funcionales básicas para la atención a los trastornos del sueño y la realización de técnicas endoscópicas. “Está demostrado que el tratamiento con ventilación no invasiva permite reducir ingresos en las unidades de cuidados intermedios, disminuye las complicaciones y mejora la supervivencia de los enfermos más graves”, explica la Dra. de Lucas, que añade: “y resulta también fundamental mejorar los recursos en unidades de sueño, trastornos que actualmente acumulan un tiempo de espera de hasta un año para su diagnóstico, por no hablar de las técnicas endoscópicas, imprescindibles en el diagnóstico del cáncer de pulmón y que permiten el tratamiento de alteraciones complejas de tráquea y bronquios. ”  

Más de la mitad de las Unidades Asistenciales de Neumología del Sistema Nacional de Salud han participado en el proyecto Recalar promovido por SEPAR y desarrollado por la Fundación IMAS, cuyo objetivo es elaborar un registro de Unidades Asistenciales de Neumología. Este registro es fundamental para disponer permanentemente de información sobre los recursos específicos, tanto de organización como estructurales, y analizar la actividad y los rendimientos de las diferentes Unidades.  

Las Enfermedades Respiratorias en España

El número de fallecidos por enfermedades del sistema respiratorio se incrementó en España un 18,3 por ciento en 2015, hasta situarse con una tasa de 111,7 muertes por cada 100.000 habitantes, y se sitúa, por tanto, como la tercera causa de defunción.

Entre las enfermedades respiratorias están el asma, que afecta a más de 3 millones de españoles, la EPOC, que afecta a 1,5 millones, la apnea del sueño, entre 1,5 y 2 millones, y el tabaquismo, que perjudica a unos 10 millones de españoles, cuya edad de comienzo en el hábito tabáquico suele establecerse en los 13 años. Asimismo, en España se diagnostican unos 20.000 casos anuales de cáncer de pulmón, lo que representa el 18,4% de los tumores entre los hombres (18.000 casos) y el 3,2% entre las mujeres (2.000 casos). Estas cifras de prevalencia explican por sí solas la relevancia de la Neumología y la Cirugía Torácica.  

Además, las enfermedades respiratorias pueden considerarse un paradigma de cronicidad, y su incremento es constante. El envejecimiento de la población, el tabaquismo activo y pasivo, el urbanismo creciente, las condiciones climatológicas y el aumento de la obesidad son factores que favorecen el aumento de la prevalencia de las principales patologías respiratorias como el asma, la EPOC o la apnea del sueño. 

Aparte de estas tres enfermedades crónicas, la Neumología lidia con el tabaquismo: una enfermedad adictiva. España alcanzó en 2012 su pico más alto de mortalidad por tabaquismo con 60.456 fallecimientos, el 15,23 % de las muertes registradas en toda España, lo que significa que durante ese año cada día fallecieron por fumar casi 166 personas, de las cuales 44 eran mujeres. Asimismo, en España se diagnostican unos 20.000 casos anuales de cáncer de pulmón, enfermedad relacionada íntimamente igual que la EPOC con el consumo de tabaco. 

La Neumología afronta retos importantes en España como la lucha contra el tabaquismo, el diagnóstico de la EPOC y la apnea del sueño o el control del asma. Diversos estudios muestran que en España hasta el 73% de los pacientes que sufren EPOC están sin diagnosticar, al igual que el 20% de los pacientes con apnea del sueño. Otro reto es la prevención del tabaquismo y la financiación de los tratamientos anti tabáquicos. Está contrastado científicamente que es más coste-eficaz ayudar a los fumadores a dejar de serlo que asumir los costes de los tratamientos de la EPOC o el cáncer de pulmón. 

En España, el asma es la cuarta causa de absentismo laboral y la primera de ausencia escolar, por delante de cualquier otra enfermedad crónica. En este sentido, aunque el coste del control del asma es muy elevado, la existencia del infradiagnóstico y el mal control de la enfermedad suponen todavía un gasto mayor. Cerca de un 2% de los ingresos en hospitales españoles es producido por crisis asmáticas y un 80% de éstos son evitables ya que corresponden a un mal control del asma. 

A la Neumología, además, se le abre otro frente en el que combatir: el cuidado del medio ambiente es un factor determinante de la salud respiratoria. En marzo de 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaba que la contaminación del aire, que incluye contaminantes como el material particulado (siglas PM en inglés), el ozono (O3), el dióxido de nitrógeno (NO2) o el dióxido de azufre (SO2), causa anualmente 3,7 millones muertes prematuras en todo el mundo. De hecho, la contaminación del aire, en concreto el material particulado, es la primera causa ambiental de muerte y enfermedad, y la novena causa absoluta por delante del colesterol o la falta de ejercicio físico. 

Fuente: medicosypacientes.com