Con motivo del día internacional de la juventud, Médicos y Pacientes entrevista a la doctora Marta Morán, R1 de Pediatría en el Hospital Universitario de la Paz

¿Qué es lo mejor de ser médico interno residente en España? ¿Y qué cambiarías o mejorarías del sistema?
 
Lo mejor de ser residente creo que depende un poco del hospital en el que te encuentres y el servicio que hayas escogido. De manera general, lo mejor es que tienes 4 años de formación en la que ya tomas tú las decisiones en función de los conocimientos que vayas adquiriendo y que estás siempre con un equipo de gente que te respalda y enseña. Tenemos la suerte de contar con un sistema sanitario que está formado por grandísimos profesionales de los que aprender. También veo como ventaja que son 4 años formativos en los que tienes un puesto de trabajo fijo. 
 
Llevo muy poco tiempo dentro del hospital, pero si se ven cosas que se pueden mejorar. Las condiciones económicas podrían ser algo mejores, sobre todo en las grandes ciudades. Sobrevivimos a base de guardias, si no, el sueldo sería irrisorio. 

Yo en concreto en mi servicio estoy muy contenta, pero si veo que hay otros hospitales y servicios cuyas condiciones son muy duras (no librar las guardias, turnos con horas extra que no cobras…)
 


Tu vocación por la Medicina viene de familia, ¿nos puedes contar tu historia?
 
En mi caso no se si ha sido vocación o madurez. Yo vengo de una familia donde mi abuelo era médico de pueblo y mis padres son médicos. En mi casa siempre se ha hablado en todas las comidas de medicina, del trabajo, de cosas que iban viendo en su día a día… y es verdad que siempre me había gustado, pero con 18 años no todo el mundo tiene la claridad como para saber a qué dedicarse. Por ello hice psicología en la universidad de Salamanca y tras terminar me planteé si era a lo que quería hacer el resto de mi vida. Mis padres siempre me animaron a hacer lo que me gustase y yo tenía la espinita de la Medicina clavada, por lo que decidí que era el momento de estudiar la carrera. No todo el mundo tiene la suerte de poder estudiar lo que le gusta, pero yo he sido muy afortunada de tener una familia que me ha apoyado todos estos años. 
 
¿Qué especialidad estás haciendo? ¿Por qué decidiste optar por esta especialidad?
 
Estoy en la especialidad de pediatría como he comentado anteriormente. La verdad que tenía dudas entre varias, porque la medicina es una carrera preciosa y hay muchas áreas que son muy bonitas. Dudaba entre Pediatría, Neurología, Ginecología e incluso Traumatología. Pero, finalmente escogí Pediatría porque me parece una especialidad muy amplia en la que entiendes la globalidad del paciente, en este caso de los niños. Además, me encantan los peques y creo que por mi forma de ser puedo encajar mucho en esta profesión. 
 
De la cartera de servicios de la especialidad, ¿qué es lo que más te llama la atención?
 
En mi caso he tenido la inmensa fortuna de poder escoger uno de los mejores hospitales en esta especialidad, la Paz. Me encantaba todo lo que podía ofrecerme, ya que es un hospital muy potente en el que ves todos los casos que puedas imaginar, desde patología muy compleja y enfermedades muy raras hasta la patología básica que puedes encontrar en todos los hospitales.
 
¿Cómo animarías a los futuros especialistas a escogerla?
 
Bajo mi humilde opinión, creo que es una decisión muy personal el escoger una especialidad u otra. Yo estoy teniendo mucha suerte porque creo que he elegido una especialidad que encaja perfectamente conmigo y en la que estoy siendo muy feliz. Está claro que te tienen que gustar mucho los niños, pero tienes que ser consciente que debajo de ese pequeño paciente hay una familia con miedos e incertidumbre sobre la cual también tienes que trabajar. 
 
¿Qué destacarías de la relación médico-paciente? ¿Qué has aprendido en este sentido como residente?
 
Que siento que muchas veces a los médicos se nos olvida que el paciente es una persona, no una enfermedad ni un número de historia clínica. Es alguien enfermo que acude a ti confiando en que vas a hacer lo mejor por su salud y es alguien con mucho miedo, por lo que tienes que hacer todo lo que está en tu mano para que se sienta entendido y sobre todo seguro. Me parece fundamental escuchar a nuestros pacientes, dedicarles toda nuestra atención e intentar que salga con las menores dudas posibles para que por lo menos podamos aliviar esa carga que él tiene. 
 
¿En qué herramientas transversales piensas que se debería reforzar la formación en el Grado de Medicina para formar a buenos médicos?
 
Me Parece imprescindible que se haga mucho más trabajo en el trato al paciente, que se nos dote de herramientas para poder comunicarnos de manera efectiva con ellos. Muchas veces escuchamos solo lo que necesitamos oír y pasamos por alto otras necesidades que ellos tienen. 
 
También me parece fundamental que se nos enseñe desde el principio a trabajar con otros servicios. No somos solo nosotros, sino todo el sistema que nos rodea (enfermería, técnicos, auxiliares…) y hay que aprender a trabajar en equipo para velar por el mejor trato hacia nuestros pacientes. 

FUENTE: medicosypacientes.com


COOKIES

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación.