Un nuevo informe del Centro de Estudios Sindicato Médico de Granada, coordinado por el Dr. Vicente Matas Aguilera, expone la actual situación de la jubilación para los profesionales de la Medicina y propone algunas medidas para paliar, por una parte, la falta de especialistas, y por la otra, las pérdidas que supone para la pensión contributiva que las guardias no se computen como tiempo trabajado.
Los médicos generalmente cotizan para recibir una pensión contributiva muy superior a la que finalmente reciben trasaplicarles el tope de la pensión máxima. En España, ser médico especialista supone una larga carrera de, como mínimo son once o doce años de formación tras el bachillerato. Además, la profesión médica por su complejidad, dedicación, responsabilidad, estrés, exigencias, penosidad, peligrosidad, horas adicionales a la jornada con las guardias… debería tener, al igual que otras profesiones (mineros, bomberos, policía local…) un factor corrector y la posibilidad de una jubilación voluntaria entre los 60 y 70 años (como en el caso delos funcionarios).
Por otro lado, el tiempo de las guardias, en general, no cotiza a la Seguridad Social al estar por encima del tope de cotización y no computa como tiempo trabajado. Sin duda, debería considerarse tiempo trabajado a efectos de jubilación, pues un médico o una médica que haga guardias durante 30 años puede realizar una jornada total equivalente a una jornada ordinaria de más de 40 años.
Además, las jubilaciones que se están produciendo en los últimos tiempos, están causando graves dificultades en los hospitales, centros de salud y consultorios debido a que las plantillas, que ya eran insuficientes, se ven muy reducidas cuando, por falta de médicos de varias especialidades, muy especialmente en Atención Primaria, no se cubren las jubilaciones y las cargas de trabajo se ven incrementadas notablemente.
La falta de planificación a largo plazo, no se ha tenido en cuenta el gran número de jubilaciones que se están produciendo y se producirán en los próximos años, tiene como consecuencia directa que en determinadas especialidades no haya médicos especialistas disponibles, o al menos, no los suficientes para cubrir las jubilaciones.
Es necesario incrementar durante unos años más el número de plazas MIR en determinadas especialidades (tardan cuatro o cinco años en formarse) y mejorar las condiciones del ejercicio profesional, con plazas estables y mejores retribuciones. También se podría permitir e incentivar a profesionales que voluntariamente lo soliciten, prolongar su vida laboral, sobre todo en ñas especialidades que son claramente deficitarias y no tienen especialistas para reponer las jubilaciones.
FUENTE: medicosypacientes.com