La lista de espera para personas dependientes es de 310.120 personas, 38.189 menos que en el año anterior, cuando había 348.309 personas esperando a ser atendidas, según datos aportados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

De los grados III y II de dependencia, los más graves, son 120.378 las personas pendientes de recibir prestación a pesar de que ya han sido declaradas con derecho a servicio o prestación. En el caso del grado I hay 189.742 personas pendientes de recibir su prestación, el 45,8% del total de beneficiarias. Estos datos son a fecha de 31 de diciembre de 2017.
 
Cataluña, Canarias, La Rioja, Andalucía y Extremadura son las comunidades que tienen el porcentaje más alto de personas pendientes de recibir prestación.
 
Además, el número de servicios y prestaciones económicas de cuidados en el entorno familiar es de 1.178.011, cifra que ha crecido 12,68 puntos porcentuales respecto al año 2016.

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participan en un proyecto internacional financiado por la Comisión Europea para desarrollar un dispositivo portátil que detectará la insuficiencia cardíaca a partir de muestras de saliva. El proyecto, llamado plataforma KardiaTooly financiado dentro del programa marco Horizonte 2020 con 4,9 millones de euros para los próximos 3,5, años permitirá un diagnóstico rápido, fácil y eficiente, y una atención sanitaria personalizada y mejorada para los pacientes que sufren insuficiencia cardíaca

La plataforma KardiaTool incluirá un dispositivo portátil, KardiaPOC (POC para point of care), para detectar de una manera rápida y precisa los biomarcadores de la insuficiencia cardíaca. Llevará acoplado el dispositivo KardiaLOC, un laboratorio-en-un-chip de un solo uso y de bajo coste, que integrará sensores, actuadores, sistemas microelectromecánicos y microelectrónicos, bioquímicos, y nanopartículas magnéticas funcionalizadas, para detectar los biomarcadores a partir de muestras de saliva.

El equipo del investigador Joan Bausells, del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM), trabajará en los sensores de silicio microelectrónicos que detectarán los biomarcadores, y colaborarán en el diseño del KardiaLOC. Por otra parte, el investigador Francesc Teixidor y su equipo en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB) trabajarán en la síntesis y funcionalización de las nanopartículas magnéticas, que constituirán el soporte para los anticuerpos específicos para cada biomarcador.

Cada 30 minutos adicionales de actividad de intensidad suave, como labores de jardinería moderadas o sacar al perro a dar un paseo, por ejemplo, se vinculan con una reducción del 17 por ciento en el riesgo de muerte, según un reciente estudio difundido en la publicación “British Journal of Sports Medicine”

La actividad física, incluso de intensidad moderada, está relacionado con un menor riesgo de muerte en hombres mayores, según una investigación publicada en la edición digital de 'British Journal of Sports Medicine'. Este nivel más bajo de intensidad también es más apropiado para hombres mayores, la mayoría de los cuales tienen una actividad física diaria ligera, dicen los investigadores.
 
Las pautas actuales de ejercicio recomiendan acumular al menos 150 minutos a la semana de actividad física de moderada a vigorosa en periodos que duran 10 minutos o más; pero este patrón no siempre es fácil de lograr para los adultos mayores, dicen los autores. Para averiguar si otros patrones de actividad aún podrían contribuir a reducir el riesgo de muerte, los científicos utilizaron datos del 'British Regional Heart Study'.

Cada año, 2,6 millones de recién nacidos en todo el mundo no sobreviven a su primer mes de vida y un millón de ellos muere el día que nace, según alerta UNICEF en su último informe sobre mortalidad de los recién nacidos que refleja que los bebés que nacen en los lugares más favorables tienen 50 veces menos probabilidades de morir durante su primer mes de vida

El documento también refleja que los recién nacidos que nacen en Japón, Islandia y Singapur tienen las mayores posibilidades de supervivencia, mientras que los nacidos en Pakistán, República Centroafricana y Afganistán se enfrentan a las peores probabilidades.
 
“Aunque hemos reducido a más de la mitad el número de muertes de niños menores de cinco años en los últimos 25 años, no hemos logrado los mismos avances en la mortalidad de niños de menos de un mes”, explica Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de Unicef. “Dado que la mayoría de estas muertes son prevenibles, claramente que estamos fallando a los bebés más pobres del mundo”.

Más del 80% de las muertes de recién nacidos se deben a partos prematuros, complicaciones durante el parto o infecciones como neumonía y sepsis. Estas muertes pueden prevenirse con acceso a matronas bien formadas, junto con medidas eficaces como tener agua limpia y desinfectantes, amamantar durante la primera hora de vida, el contacto piel con piel y una buena nutrición. Sin embargo, la falta de trabajadores sanitarios y matronas con buena formación implica que miles de bebés no reciben el apoyo vital que necesitan para sobrevivir. Por ejemplo, mientras en Noruega hay 218 médicos, enfermeras y matronas por cada 10.000 personas, la ratio es de 1 por cada 10.000 en Somalia.