La Asamblea del Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM), que agrupa a los 52 Colegios de Médicos de España, reunida con fecha 13 de noviembre de 2020 ha aprobado solicitar el cese inmediato de D. Fernando Simón Soria, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, por su incapacidad manifiesta y prolongada a lo largo de la evolución de la pandemia por Covid-19. Igualmente solicitamos una rectificación pública de las últimas declaraciones efectuadas.

No es la primera vez que venimos manifestando nuestro malestar ante declaraciones y acciones improcedentes de D. Fernando Simón. Afirmaciones como que se estaban realizando todas las pruebas diagnósticas a los contactos estrechos de sanitarios infectados en los equipos asistenciales en etapas con una gran incidencia de contagios de profesionales, la puesta en marcha de guías de reincorporación al trabajo sin garantías ni para el profesional ni para el ciudadano, discrepancias claras sobre la situación de la pandemia y las medidas a tomar, y sobre todo, la ausencia de un Comité de Expertos compuesto por reconocidos profesionales, independiente y transparente, así como la ausencia de un sistema de evaluación para mejorar la respuesta a brotes de Covid-19 en coincidencia con otros agentes sanitarios.

Sus últimas declaraciones, efectuadas el jueves, en las que literalmente expresa, sobre el número de contagios de los profesionales sanitarios que: “ahora los profesionales sanitarios tienen un aprendizaje con respecto a la primera ola. Los gestores hacen mejores circuitos de asistencia en los hospitales. Y obviamente, los sanitarios tienen un mejor comportamiento evitando contagiarse fuera de su espacio de trabajo” nos obliga a tomar esta decisión.

Con motivo del Día Internacional del Patrimonio Mundial, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) hace hincapié en la iniciativa liderada por el Foro de la Profesión Médica para que la Relación Médico – Paciente,sea reconocida como una “manifestación representativa” del patrimonio cultural inmaterial de España, una propuesta que ha obtenido hace apenas unos días el refrendo de la profesión médica en todo el mundo a través de la “Declaración de Córdoba” de la Asociación Médica Mundial.

El pasado 30 de octubre, la 71ª Asamblea General de la Asociación Médica Mundial, celebrada en España aprobó la Declaración de Córdoba, un documento en el que instan a todos los agentes implicados en la relación médico-paciente, (gobiernos y autoridades de salud, asociaciones médicas, médicos y pacientes) a defender, proteger y fortalecer esta relación médico-paciente, en base a una atención de alta calidad, como un patrimonio científico, sanitario, cultural y social.

Esta declaración, iniciativa de España, Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), y de Portugal, la Ordem dos Medicos (ODM) y que recibe el nombre de la ciudad anfitriona, manifiesta la importancia esencial de la relación médico y paciente en la historia y en el contexto presente y futuro de la Medicina, reiterando su Declaración de Ginebra, el Código Internacional de Ética Médica y la Declaración de Lisboa sobre los Derechos del Paciente.

Uno de los ámbitos más afectados por la pandemia ha sido el de las residencias de mayores, por ello y ante el actual contexto de pandemia por COVID-19 en España, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) a través de la Comisión Asesora COVID-19-OMC publica su undécimo informe con el objetivo de ofrecer reflexiones y propuestas que mejoren la respuesta en las residencias de mayores y centros sociosanitarios en el proceso de desescalada de la pandemia y en el escenario post-COVID.

El informe pone de manifiesto que es urgente la necesidad de abordar una agenda de mejora de la atención sanitaria en las residencias de mayores y centros sociosanitarios, así como resulta imprescindible una coordinación constante e inmediata con el sistema sanitario, entre otras muchas cuestiones.

La COVID-19 ha puesto el foco en un sector sociosanitario erosionado por la crisis; con una estructura de prestación de servicios fundamentalmente concertada y/o privada. El escenario de crisis económico-financiera de la última década ha llevado en muchos casos a reducir personal y medios, afectando a las condiciones de habitabilidad, espacio, alimentación, limpieza, higiene personal y actividades de los residentes. Hay toda una agenda de actuación propia del sector de bienestar social que debe velar por su bienestar físico, mental y social, que en último término es también salud. Y esta agenda se necesita, desde las políticas sociales principalmente, pero también desde las políticas sanitarias.

Enmarcado en su plan de actividad, la Comisión Técnica del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), ha celebrado una jornada técnica virtual para analizar el impacto de la COVID-19 en la salud y estilos de vida de los médicos de España en el que la Dra. Manuela García, vicepresidenta de la FPSOMC, destacó el agotamiento físico y psicológico como elemento clave al que los profesionales médicos se enfrentan en esta segunda ola.

En el encuentro telemático, donde se ha puesto de relieve los esfuerzos de la FPSOMC, los Colegios de Médicos y la Fundación Galatea para dar una atención integral a estos profesionales afectados durante la pandemia, participaron la Dra. Manuela García Romero, vicepresidenta segunda de la FPSOMC; así como Toni Calvo, director de la Fundación Galatea; Anna Mitjans, coordinadora de Programas de la Fundación Galatea; y Nina Mielgo, directora técnica de la FPSOMC.
 
Esta videoconferencia, para la Dra. García Romero, tenía como objetivo “el intercambio de información sobre aquellos temas de actualidad que están teniendo un especial interés en relación a la salud mental; en este caso sobre la salud mental de los profesionales sanitarios de la atención a la COVID-19, y, más en concreto, la de los médicos”