Un 9,9 por ciento de la población española ha pasado la COVID-19 y ha desarrollado anticuerpos IgG, lo que supone un total de 4,7 millones de personas, según la cuarta ronda del 'Estudio Nacional de Seroprevalencia ENE-COVID', presentada este martes en rueda de prensa y elaborada por el Ministerio Sanidad, junto al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Instituto Nacional de Estadística (INE) y con la colaboración de las comunidades autónomas.

La tercera ola del estudio, realizada hasta julio, concluyó que el 5,2 por ciento de los españoles tenía anticuerpos IgG, es decir, poco más de 2 millones de personas. Los resultados dados a conocer hoy, por tanto, indican que entre julio y noviembre, dentro de la segunda ola, se han infectado aproximadamente el mismo número de personas en España que en la primera ola, según ha precisado la directora del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Raquel Yotti.
 
En esta cuarta ronda no se han observado diferencias en la seroprevalencia entre hombres y mujeres. Tanto en prevalencia actual como global, los porcentajes son menores entre los niños menores de 10 años, y muy similares en los demás rangos de edad. Sin embargo, se está detectando "aproximadamente el 60 por ciento de los casos", de acuerdo con los datos aportados por Yotti, mientras que en la primera fue del 10 por ciento, gracias a "un incremento muy importante en las técnicas diagnósticas en todo el país".

Alrededor de 2.700 millones de personas, más de un tercio de la población mundial, no han recibido ningún apoyo público para hacer frente a los efectos de la pandemia del coronavirus, según una investigación de Oxfam Intermón.

Tras analizar las prestaciones de 126 países de ingresos bajos y medios, el informe ‘Refugio en la tormenta’, realizado en colaboración con Development Pathways, concluye que ninguna de las transferencias públicas ha sido suficientemente elevada como para satisfacer las necesidades básicas de la población.
 
En total, el mundo ha gastado este año 11,7 billones de dólares para hacer frente a las consecuencias de la pandemia del coronavirus, pero la mayoría -el 83%- los han gastado sólo 36 países ricos, frente a sólo 42.000 millones de dólares (el 0,4 %) empleados por 59 países pobres.

Una de cada cuatro instalaciones de atención de salud no tiene servicios de agua, lo que deja a unos 1.800 millones de personas con mayores posibilidades de contraer la COVID-19 ya que trabajan o son usuarios de centros en los que no hay servicios básicos y saneamientos, han denunciado este lunes las agencias de la ONU dedicadas a la salud e infancia.

Una de cada tres personas no se puede lavar las manos cuando prestan atención sanitaria, y una de cada diez instalaciones carece servicios de saneamiento, mientras que una de cada tres no recicla los desechos de manera segura.

Trabajar en un centro de atención de salud sin agua, saneamiento e higiene es "como enviar a enfermeras y médicos a trabajar sin equipo de protección personal", ha explicado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, unas condiciones "fundamentales para detener la COVID-19".

El Dr. Serafin Romero, presidente del CGCOM, presentó el Plan Estratégico de la corporación para 2021, un año especial en el que gran parte de las acciones, estrategias y objetivos estarán condicionados a todos los niveles por la pandemia de COVID19 y sus efectos a nivel económico, político, social y, por supuesto, sanitario.

El Dr. Romero expuso este plan diseñado por la Comisión Permanente del CGCOM con el que se quiere revitalizar el contrato social de la profesión médica con la sociedad y que tendrá como ejes principales la defensa de la salud y del ejercicio profesional de calidad, centrado en el paciente y la defensa de sus intereses por encima de cualquier otro interés y condición.