Se estima que aproximadamente un 4 por ciento (2,5% hasta 8%) de la población mundial tiene alguna enfermedad reumática autoinmune sistémica (ERAS) y, de ese total, el 75 por ciento son mujeres, lo que hace una proporción de 10 mujeres frente a un hombre, según la Sociedad Española de Reumatología (SER).

«Lo más relevante es que, en los países desarrollados, son la principal causa de mortalidad en mujeres menores de 65 años y ocasionan gran morbilidad», ha advertido la doctora Blanca Hernández, reumatóloga del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla.

En el marco del ‘IX Simposio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas de la Sociedad Española de Reumatología (SER)’, que se ha celebrado en Bilbao, la especialista ha señalado que también hay diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la aparición de los síntomas de las ERAS.

Los hospitales españoles necesitan un 20% más de patólogos para mejorar el diagnóstico de precisión y los tiempos de respuesta en enfermedades como el cáncer, según el informe ‘Análisis de la Anatomía Patológica en España’ presentado este viernes por la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP) en Madrid.

Según recordó la SEAP en el informe, la Anatomía Patológica es la responsable de diagnosticar, poner nombre y apellido a las enfermedades, establecer un pronóstico y dar opciones terapéuticas específicas.

Sin embargo, aseguraron en el acto de presentación del informe, esta especialidad médica “no se visualiza ni a nivel social, ni político, ni administrativo como el primer pilar de la medicina de precisión”.

La coordinadora de la sección Maldita Ciencia en el medio Maldita.es, Laura G. Merino, nos explica algunos de los procesos que sigue para verificar la información en salud, así como el impacto que tienen las redes sociales y las nuevas tecnologías en la propagación de información falsa.

¿Cuáles son algunas de las herramientas más efectivas que utiliza para verificar la información en el ámbito de la salud?
Normalmente no utilizamos ‘herramientas’ como tal, como sí lo hace el equipo de Maldito Bulo (además, para todo tipo de formatos: desde fotografías e imágenes creadas a través de inteligencia artificial hasta retoques, nombres de usuarios, origen real de un fotograma concreto, etc.).

En relación con los contenidos desinformadores sobre Medicina y salud, echamos mano de la evidencia científica al respecto. En este sentido, utilizamos idealmente revisiones y metaanálisis de estudios (teniendo en cuenta las posibles limitaciones), posicionamientos de las sociedades científicas al respecto, información facilitada de universidades u hospitales y, evidentemente, expertos en el tema en cuestión (muchas veces de aquellas que forman parte de nuestra comunidad y que han registrado lo que nosotros llamamos ‘superpoderes’ para poder echar un cable en lo relativo los temas sobre los que controlan).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado las primeras orientaciones sobre el tratamiento clínico de la difteria ya que la única guía disponible hasta ahora era un protocolo operativo.

Entre otras cuestiones, las nuevas orientaciones abordan el uso de la antitoxina diftérica (DAT) en el tratamiento de la difteria. La DAT escasea en todo el mundo, por lo que muchos estados miembros solicitaron recomendaciones basadas en pruebas sobre su uso.

La guía también incluye nuevas recomendaciones sobre antibióticos. En pacientes con difteria presunta o confirmada, la OMS recomienda el uso de antibióticos macrólidos (azitromicina, eritromicina) en lugar de antibióticos penicilínicos.