El Consejo General de Médicos (CGCOM) conmemora hoy sábado el ‘Día Europeo contra las Agresiones a médicos y profesionales sanitarios’. Con este motivo, el suplemento de “Médicos y Pacientes” entrevista al Dr. José María Rodríguez Vicente, secretario general de la corporación y responsable del Observatorio Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario ante la Asamblea General para analizar los datos presentados esta semana y conocer las futuras líneas de actuación.

El Dr. Rodríguez Vicente afirma que para la profesión médica cuesta mucho entender que se haya pasado de fácilmente de los aplausos a las agresiones y subraya que “si no cuidamos a los cuidadores nuestro Sistema Nacional de Salud se debilitará aún más y perderá parte de su más que reconocida eficiencia”

El secretario general del CGCOM destaca la labor del Interlocutor Policial Sanitario como aliado imprescindible a lo largo de estos años y demanda a las administraciones competentes el desarrollo de un Plan Nacional contra las Agresiones a los Médicos y profesionales sanitarios, en el que participen todos los agentes implicados para promover una sanidad sin violencia.

¿Cómo valora los datos presentados este año sobre agresiones médicos/as?

Pues son unos datos que nos han impactado porque tras dos duros años de pandemia en el que los profesionales sanitarios han estado al límite y en el que hemos sufrido la terrible pérdida de 125 compañeros por cuidar de los demás, volvemos a registrar cifras alarmantes de agresiones a médicos y médicas en nuestro país, un aumento del 39% respecto al año anterior.

El Dr. Tomás Cobo, vicepresidente de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS) y presidente del Consejo General de Médicos de España (CGCOM) intervino en la Conferencia que tuvo lugar los días 11 y 12 de marzo en Sevilla en una de las sesiones sobre la evaluación de calidad de las actividades de formación médica continuada.

En su exposición puso de relieve que en base al trabajo que ha llevado a cabo esta entidad (UEMS-EACCME) cualquier actividad/programa de Formación Continuada requiere identificar y evaluar las necesidades educativas. En su opinión identificar las necesidades educativas de las que se parte, permite comprobar si el acto educativo ha tenido impacto. Además, resulta clave establecer los resultados de aprendizaje que pretende el programa y poner los métodos adecuados para ello.

El Dr. Cobo subrayó que la UEMS-EACCME ha hecho una profunda reflexión sobre la utilidad de la abundancia de datos que podían ser analizados, “un análisis que permite comprobar si los procesos de evaluación se están haciendo bien y mejorarlos. Es decir, mejorar los procesos de acreditación de las actividades de formación continuada” – explicó.

La Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC) ha celebrado el seminario online “El profesionalismo médico ante la pandemia: Reflexiones y enseñanzas”, un espacio que ha contado con la participación de diversos expertos de la Comisión Asesora de COVID-19 de la OMC, para reflexionar, crear propuestas y trasladar el conocimiento acumulado en estos años para comenzar a construir esa propuesta de agenda de cambios.

Durante este espacio de reflexión se ha puesto de manifiesto que la comisión y ha reafirmado el liderazgo y rol ético, profesional, intelectual y social de la profesión médica y de esta corporación en particular.

En su apertura, el Dr. Tomás Cobo Castro, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ha agradecido el altruismo y profesionalidad de los 40 expertos que forman parte de esta comisión que “conforma un órgano asesor gratuito para las administraciones sanitarias” – ha explicado. Asimismo, ha comentado que la comisión sigue viva por la pandemia que aún no ha terminado. “No hay más que mirar a China y a sus ciudades confinadas en el día de hoy. Además, esta comisión quiere continuar siendo útil y por ello seguirá trabajando en todos aquellos temas que puedan ir surgiendo en materia de salud pública”.

La Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), desde el inicio de la pandemia en 2020, puso en marcha el Dispositivo de Protección Integral COVID-19 para proteger a la profesión médica y a sus familias afectadas por el virus y atender sus necesidades. Desde entonces, más de 55 huérfanos de médicos y médicas fallecidos por la COVID-19 han sido acogidos por la solidaridad médica de la Fundación.

En total, en 2020 se tramitaron ayudas y prestaciones para 24 huérfanos de médicos, el mismo número que en 2021. Y en 2022, en lo que va de año, son 14 los beneficiarios por esta causa. Para dotar estas prestaciones la Fundación ha destinado más de 90 600 euros, una cifra posible gracias a las aportaciones solidarias que los miembros de la profesión médica realizan regularmente para ayudar a sus compañeros en situaciones difíciles.

A partir de declararse el estado de alarma por la COVID-19 en el mes de marzo de 2020, y ver los efectos de la pandemia sobre el colectivo médico y sus familias, la Junta de Patronos aprobó una serie de medidas destinadas a paliar, en la medida de lo posible, dichos efectos. El peor impacto de la pandemia en la profesión han sido los 125 médicos que fallecieron en el ejercicio por el virus durante la pandemia.

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