Más de 1000 millones de personas (niños, adolescentes y adultos) en el mundo viven ya con obesidad, es decir, una de cada ocho personas; además, el 43% de los adultos tiene sobrepeso, según un nuevo estudio publicado por ‘The Lancet’ con datos de 2022.

Estas tendencias, junto con la disminución de la prevalencia de personas con peso por debajo de lo normal desde 1990, hacen que la obesidad sea la forma de malnutrición más común en la mayoría de los países.

La investigación ha sido realizada por la red de científicos NCD Risk Factor collaboration (NCD-RisC), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los investigadores analizaron el peso y la estatura de más de 220 millones de personas de cinco años o más (63 millones de cinco a 19 años y 158 millones de 20 años o más), procedentes de más de 190 países.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó este jueves que el planeta Tierra estaría ingresado «en cuidados intensivos» en el caso de que «fuera un paciente» porque «sus constantes vitales son alarmantes».

Ghebreyesus hizo esa consideración en la apertura de la serie de sesiones de alto nivel de la VI Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (conocida como UNEA-6), que se celebra en Nairobi (Kenia) hasta este viernes.

«La salud de los seres humanos, los animales y nuestro medio ambiente están entrelazados en un vínculo que es inextricable, pero frágil», comentó el máximo responsable de la OMS, antes de señalar: «Cuando dañamos nuestro medio ambiente, nos dañamos a nosotros mismos».

La resistencia de las bacterias ‘Salmonella’ y ‘Campylobacter’ a los antimicrobianos de uso común sigue observándose «con frecuencia» en humanos y animales, según un informe publicado este miércoles por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, la resistencia combinada a antimicrobianos de importancia crítica para la medicina humana sigue siendo muy baja, excepto en algunos tipos de ‘Salmonella’ y ‘Campylobacter coli’ en algunos países.

Además, ha habido un aumento en la proporción de aislados de ‘Escherichia coli’ procedentes de animales destinados a la producción de alimentos que presentan «susceptibilidad completa» o «resistencia cero» a los antimicrobianos clave.

Debido a que la situación en la Franja de Gaza supone un alto riesgo de propagación de enfermedades propensas a epidemias, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado junto a UNICEF un informe con medidas de prevención y control de infecciones que incluyen el saneamiento del agua y el saneamiento e higiene en los centros de salud y refugios de Gaza.

Hasta el 31 de enero de 2024, el cribado de vigilancia sindrómica en Gaza ha notificado 245 858 casos de infecciones respiratorias agudas 161 285 casos de diarrea, 6 625 de varicela y 7 737 de ictericia. Gaza supone un altor riesgo de propagación de enfermedades. De hecho, el riesgo de propagación de enfermedades epidémicas es alto debido al hacinamiento, la gestión inadecuada del agua, el saneamiento y los residuos, la falta de servicios médicos y de prevención y control de infecciones.

Por un lado, el documento especifica acciones clave para el control y prevención de infecciones, el saneamiento y la higiene en entornos sanitarios para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas.