El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Gebreyesus, ha abierto este domingo la 75 Asamblea General de la Salud con un mensaje de precaución ante la situación actual de la pandemia de coronavirus, una crisis que "definitivamente, todavía no ha terminado".

La 75 Asamblea Mundial de la Salud, el órgano de toma de decisiones de la OMS compuesto por representantes de 194 países, se celebrará en Ginebra, Suiza, del 22 al 28 de mayo de 2022 y es la primera edición presencial desde el comienzo de la pandemia de COVID-19.
 
Tedros ha alertado de que los casos reportados están aumentando en casi 70 países del mundo tras unos meses de descenso significativo en fallecimientos y contagios, "en un mundo en el que las tasas de pruebas se han desplomado".

Con motivo del Día Mundial del Ensayo Clínico, que se celebra este viernes, la Asociación Española de Laboratorios de Medicamentos Huérfanos y Ultrahuérfanos (AELMHU) ha presentado su Informe Anual sobre Ensayos Clínicos en EE.RR en España, donde se puede observar que el país ha alcanzado un máximo histórico ensayos clínicos en enfermedades raras, con 225 estudios autorizados.

Esto supone que casi uno de cada cuatro ensayos investiga este tipo de enfermedades, ya que en total se autorizaron hasta 996 ensayos el año pasado. Dicho de otro modo, este dato implica que el 23% de los nuevos estudios se centran en patologías minoritarias. "Estos resultados evidencian el momento tan positivo por el que atraviesa la investigación farmacéutica, en su apuesta por garantizar y mejorar la atención y calidad de vida de los pacientes con enfermedades poco frecuentes y su entorno", señalan.
 
Asimismo, en 2021 se ha producido un incremento del 15% en los Ensayos dedicados a la investigación de EE.RR. respecto al año anterior, implicando una apuesta por la innovación en un campo particularmente costoso. Además, se batió otro máximo histórico en aquellos pacientes con patologías raras y ultrarraras, llegando a los 4063 participantes, lo que implica un aumento de más de un 28% respecto a la fecha anterior.

La Sección Nacional de Médicos Jóvenes y Promoción de Empleo del Consejo General de Médicos (CGCOM) expresa su preocupación por el gran número de plazas desiertas que han quedado en la última convocatoria MIR y las graves consecuencias que esto va a tener para la sanidad a medio plazo.

Este año se han ofertado 8188 plazas de las que han quedado vacantes 217 de las mismas (más una plaza que requiere conformidad previa), lo que supone un 2,66% de las plazas ofertadas. Siendo su mayoría, plazas de Medicina de Familiar y Comunitaria (200).

Según exponen, tenemos que remontarnos hasta 2015 para encontrar un número tan significativo de renuncias como en el actual MIR 2022. Sin embargo, a pesar de que en 2015 quedaron vacantes un 1,02% de las plazas, principalmente fueron de Medicina Deportiva ante los cambios en el modelo de formación que se estaban produciendo en esa especialidad.

Resulta muy significativo que no se hayan cubierto el 8,56% de las plazas de Medicina de Familia, una circunstancia que agravará considerablemente la ya maltrecha situación de Atención Primaria.

Esta gran cantidad de plazas desiertas requiere soluciones urgentes tanto a corto como a medio y largo plazo, por la repercusión que puede tener en la calidad de la atención y excelencia que merecen nuestros pacientes.

Los Estados miembros, los trabajadores y los usuarios alcanzaron ayer, en el Comité Consultivo para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (CCSST) de la Unión Europea, un acuerdo sobre la necesidad de reconocer la COVID-19 como enfermedad profesional en la asistencia sanitaria, social y domiciliaria y, en un contexto de pandemia, en los sectores en los que aumentan las actividades con riesgo demostrado de contagio. También respaldaron que se actualizó la lista de enfermedades profesionales de la UE.

El comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit ,declaró ayer "Este acuerdo es una señal política fuerte para reconocer el impacto de la COVID-19 en los trabajadores así como la contribución esencial de las personas que trabajan en la asistencia sanitaria y social , y de los demás trabajadores que corren un mayor riesgo de contraer la COVID-19. Basándose en este acuerdo, la Comisión actualizará su Recomendación sobre enfermedades profesionales, para promover el reconocimiento de la COVID-19 como enfermedad profesional por parte de todos los Estados miembros".
 
El acuerdo de ayer es un paso importante para aplicar el marco estratégico de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo 2021-2027 , adoptado por la Comisión en junio de 2021, en el que la Comisión anunció que actualizaría la Recomendación de la Comisión sobre enfermedades profesionales para incluir la COVID-19 a finales de este año. El marco establece acciones clave a escala de la UE para mejorar la salud y la seguridad de los trabajadores en los años venideros. Uno de sus objetivos transversales clave es mejorar la preparación ante posibles crisis sanitarias en el futuro. Esto también implica prestar más apoyo a los trabajadores durante posibles olas futuras de COVID-19.

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