El Consejo General de Médicos (CGCOM), ante la situación que viven los profesionales y la sanidad en el conjunto del Estado, reitera la necesidad de escuchar a los profesionales sanitarios, pilar fundamental de la asistencia sanitaria en nuestro país, y en concreto a la profesión médica que es quién ejerce el liderazgo clínico.

El presidente del CGCOM, Dr. Tomás Cobo, insiste en la necesidad de trabajar de manera unida y cohesionada “para llegar a grandes acuerdos que permitan avanzar en la reconstrucción del Sistema Nacional de Salud, un modelo en crisis y que resulta fundamental para garantizar la justicia social en nuestro país”.

Previo a la pandemia por COVID-19, el Consejo General de Médicos manifestó la necesidad de contar con un gran pacto de Estado por parte de todas las fuerzas políticas para reconstruir y proteger un modelo sanitario que ha sido emblema de la marca España y pilar del estado del bienestar. La situación crítica de la Atención Primaria y la planificación en recursos humanos del SNS son las tareas que requieren un abordaje más urgente y prioritario en este momento.

De lo que no se habla no existe. Tradicionalmente, falsas creencias consideraban que hablar o informar sobre el suicidio provocaba un efecto llamada. La evidencia científica ha demostrado que comunicar correctamente sobre el suicidio ayuda, y mucho, a la prevención, a detectar signos de alarma y a acompañar. Pero no solo eso, en España expertos en salud mental reclaman una estrategia nacional de prevención del suicidio, una asignatura pendiente desde hace muchos años.

La sección de Actualidad de la Revista ‘Profesión Médica’ del CGCOM recoge, en este número, un reportaje sobre el suicidio, con motivo del Día Mundial de la Prevención de este problema social responsable de más de 700 000 fallecimientos al año en el mundo.

Para analizar de forma multidisciplinar las causas se ha contado con la participación de expertos e investigadores como la Dra. María Irigoyen, psiquiatra en el Hospital Universitario Santa María de Lérida; Dr. Alejandro de la Torre, coordinador Plataforma Nacional para el Estudio y la Prevención del Suicidio; y el Dr. Carlos Gómez Sánchez-Lafuente, psiquiatra en el Hospital Regional Universitario de Málaga.

Las tecnologías relacionadas con la telemedicina han demostrado ser beneficiosas en un amplio abanico de actuaciones médicas, como exámenes, diagnósticos, gestión, tratamiento y seguimiento a largo plazo de pacientes con enfermedades crónicas, pero aún existen muchas barreras para su normalización en Europa, según un nuevo estudio impulsado por la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y elaborado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

La investigación, publicada en la revista científica ' Journal of Medical Internet Resarch', hace un resumen de varias revisiones sistemáticas sobre el uso de la telemedicina en 53 países.
 
Su principal autor es Francesc Saigí, investigador de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC y del grupo de investigación Epi4Health y director del centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud en salud digital, vinculado a los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC y con el apoyo del eHealth Center (eHC). Por parte de la UOC, también han participado en el estudio la investigadora del eHC Noemí Robles y las estudiantes de doctorado Keti Ivanovska y Che Riva.
 
Aunque el uso de la telemedicina permite ofrecer servicios de salud de calidad de forma accesible y coste-efectiva y es útil para reducir la morbilidad y la mortalidad, no fue hasta la pandemia de la COVID-19 que esta práctica se extendió, sobre todo para seguir proporcionando servicios de salud a los pacientes.

La Asamblea General de otoño de la Unión Europea de Médicos Generales y de Familia (UEMO) ha mostrado su apoyo a los médicos de atención primaria en España a través de una resolución en la que reclaman a las comunidades autónomas que no contraten médicos si la especialidad de medicina de familia y comunitaria para trabajar en atención primaria.

La resolución, aprobada por la asamblea en el encuentro mantenido hace diez días en Liubliana (Eslovenia), denuncia esta realidad en diferentes comunidades españolas, pero también en Portugal y Rumanía, donde se contratan médicos sin la especialidad. Una práctica que advierten que «se puede extender a otros países y especialidades ante la falta de médicos».

La UEMO trabaja para incluir como especialidad la medicina general, como se conoce en algunos países, o de familia, en el anexo de la directiva europea 2005/36/EC sobre reconocimiento de cualificaciones profesionales. Actualmente hay 20 países que la reconocen. El último ha sido Austria, cuyo ministerio de salud y estados federales acordaron en el pasado septiembre establecer la especialidad en medicina genera y de familia.