La Fundación Fontilles, entidad española de lucha contra la lepra, advierte del aumento de recaídas y de una “disminución artificial” de casos de la enfermedad a nivel mundial

La enfermedad de la lepra registró 208.619 nuevos casos en el mundo en 2018, último año del que existe información. La cifra supone un 1,2% menos que los comunicados por los estados a la Organización Mundial de la Salud en 2017 y está muy por debajo de los 400.000 que preveían para dicho año las proyecciones elaboradas en 2004 para la OMS.

Un 79,6% de los casos han sido detectados en India, Brasil e Indonesia y los reportes han avanzado en cuatro de las seis regiones en que se estructura la OMS: Mediterráneo Oriental, América, Pacífico Occidental y Europa.

La reducción global del 1,2% es consecuencia del descenso del 1,1% registrado en África y, sobre todo, de la disminución del 3,3% en la región del Sudeste Asiático. A su vez, dicha reducción es atribuible a la disminución en los reportes de India, que en 2018 informó de la aparición de 120.334 nuevos casos, casi seis mil casos menos que en 2017.


El representante de la Fundación en India, B. Vijayakrishnan, considera que dicha disminución es "artificial", derivada de la decisión adoptada en 2005 por el gobierno indio de declarar eliminada la enfermedad. A raíz de ello: "se desmantelaron los servicios específicos y la formación especializada del personal sanitario; y se dejaron de hacer campañas de detección incluso en zonas donde no se había alcanzado la eliminación en el ámbito local". "Miles de personas se han hecho invisibles y no reciben el tratamiento médico que necesitan", explica.

Las recaídas en la lepra aumentaron en un 5,3% en 2018 y evidencia “un deterioro” en la vigilancia de la evolución del tratamiento, según la entidad. Se detectaron 16.013 casos en niños y niñas menores de catorce años, un 7,6% del total, lo que indica "la continuidad de la transmisión en las comunidades empobrecidas".

Además, las personas afectadas que presentaron discapacidades de grado 2 (visibles) en el momento de la detección ascendieron a 11.323, el 5,3% de los nuevos reportes, 350 en niños y niñas. La tasa de discapacidad se situó en 1,5 casos por millón, pese a que la Estrategia Mundial contra la Lepra 2016-2020 contempla rebajarla a menos de uno por millón.

En España, en 2019, se notificaron al Registro Estatal de Lepra del Instituto de Salud Carlos III-Centro Nacional de Epidemiología 7 nuevos casos, uno menos que en 2018: dos en la Comunidad Valenciana y uno en Aragón, Asturias, Galicia, Madrid y el País Vasco. Al finalizar el año, había 20 personas en tratamiento: cinco en Madrid, cuatro en Cataluña, dos en la Comunitat Valenciana y en Castilla-La Mancha, y uno en Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Galicia, Navarra y País Vasco.

Fontilles explica que la lepra es una enfermedad vinculada “a la pobreza y a comunidades con graves deficiencias sanitarias” por lo que, sin estar erradicada, “no supone un problema” de salud pública en los países europeos, que en 2018 solo comunicaron 50 nuevos casos a la OMS.

"Fontilles va a intensificar la búsqueda de casos nuevos de lepra, para que ninguna persona afectada se quede sin tratamiento", afirma la directora de Sensibilización y Voluntariado de la entidad, Yolanda Sanchís. "La lepra se puede curar, pero el tratamiento no llega a todas las personas que lo necesitan por falta de recursos y por miedo al estigma. Muchos casos permanecen ocultos, la mayoría mujeres y niñas", alerta.

FUENTE: medicosypacientes.com