La celebración estos días del Congreso Anual de la Asociación Europea de Diabetes (EASD) ha puesto sobre la mesa datos de múltiples ensayos clínicos con fármacos y estrategias terapéuticas para hacer frente a esta enfermedad, en los que la familia de los agonistas del receptor GLP-1 se han llevado el protagonismo. Fármacos como la semaglutida (Ozempic, Wegovy) o la tirzepatida (Mounjaro) llevan unos años revolucionando el tratamiento de la diabetes tipo 2 y de la obesidad.

Especialmente en esta última patología, han supuesto un antes y un después, ya que el receptor de GLP-1, que está presente en células de múltiples órganos y sistemas, entre ellos, en el sistema nervioso central y periféricio, en el tracto gastrointestinal, en el páncreas y en el tejido adiposo. Entre las células donde se encuentra el receptor de GLP-1 están aquellas implicadas en la regulación del apetito y del metabolismo.

Los nuevos ensayos, además de comparar resultados y capacidad de unos y otro agonistas de GLP-1, también muestran lo que pueden hacer estos fármacos en una forma de administración más sencilla: una pastilla al día

Los nuevos ensayos, además de comparar resultados y capacidad de unos y otro agonistas de GLP-1 para reducir riesgos de eventos cardiovasculares o de otras patologías cardiorenales, también muestran lo que pueden hacer nuevos medicamentos dirigidos a GLP-1 en una nueva forma de administración más sencilla que la inyección: pastillas.

Es el caso del ensayo clínico de fase 3 con un nuevo fármaco oral, orforglipron, en este caso, para tratar la obesidad. Este agonista del GLP-1 no peptídico desarrollado por la compañía Lilly se ha probado en ensayo en nueve países y sus resultados se han publicado en la revista revista The New England Journal of Medicine y se han dado a conoce en el congreso de Viena.

El ensayo, en el que ha participado el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, concluye que los pacientes que recibieron la dosis más alta de orforglipron consiguieron perder de media un 11,2% de su peso corporal. Más de la mitad perdió al menos el 10% de su peso, el 39,6% perdió al menos el 15% y en torno al 18% de los participante consiguió bajar más de un 20%.

Los pacientes que recibieron la dosis más alta de orforglipron perdieron de media un 11,2% de su peso corporal, el 18% bajó más de un 20%

Otros datos muestran que los pacientes tratados con orforglipron también mejoraron de forma significativa su presión arterial, el perímetro de cintura y los niveles de triglicéridos y de colesterol, todos ellos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los efectos adversos más frecuentes fueron digestivos, generalmente leves o moderados y autolimitados, similares a los de otros fármacos para la obesidad.

El ensayo se ha realizado sobre 3.100 personas con obesidad y sin diabetes (algo más de 1.100 tenían prediabetes al inicio) que se asignaron de forma aleatoria en cuatro grupos: tres recibían orforglipron en diferente dosis: 6 mg, 12 mg o 36 mg y el cuarto grupo recibía el placebo. Todos tomaban una pastilla diaria y a todos se les hizo un seguimiento durante un año y medio (72 semanas). El tratamiento se combino con dieta saludable y actividad física. Los participante tenían un índice de masa corporal superior a 30, también se incluyeron a personas con un IMC de entre 27 y 30 con alguna complicación asociada a la obesidad, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares o apnea del sueño.
También mejoraron de forma significativa su presión arterial, el perímetro de cintura y los niveles de triglicéridos y de colesterol

De los 1.127 pacientes que presentaban prediabetes al comienzo, el 91% consiguió niveles normales de glucosa en sangre al final final del seguimiento, en comparación con el 42% del grupo de placebo. Además, la dosis mas alta de orforglipron redujo los niveles de proteína C reactiva de alta sensibilidad (hsCRP), un marcador de inflamación, en un 47,7%.

Cerca de un tercio de los pacientes que recibieron orforglipron tuvieron náuseas, dependiendo de la dosis que recibían, el porcentaje fue del 28,9% entre los que tomaban 6 mg, del 35,9% en los pacientes que tomaban 12 mg y 33,7% en los de 36 mg. El estreñimiento estuvo presente entre el 21,7% y el 29,8% de los que tomaban el tratamiento, dependiendo de la dosis, la diarrea entre el 21% y el 23,1% y los vómitos entre el 13% y el 24%. Las tasas de interrupción del tratamiento debido a eventos adversos fueron del 5,3% en los paciente que tomaron 6 mg, el 7,9% (12 mg) y el 10,3% (36 mg).

Dra. Andreea Ciudin: «Este estudio confirma que podemos ofrecer opciones más cómodas e igualmente seguras que pueden favorecer que más pacientes accedan al tratamiento y lo mantengan a largo plazo»

El resultado de este ensayo es significativo porque abre la puerta a tratamientos para la obesidad en forma de una sola pastilla al día. Ya existen agonistas de GLP-1 orales pero su toma ha de ser en ayunas y esperar media hora. No es una gran limitación, y es más sencillo que las inyecciones subcutánea. Pero desde el Vall d’Hebron, destacan que orforglipron tiene una estructura química diferente: se trata de una molécula no peptídica, que permite una administración oral de forma más cómoda.

«La posibilidad de disponer de un fármaco oral sin las limitaciones de otros tratamientos representa un avance importante para muchas personas con obesidad. Este estudio confirma que podemos ofrecer opciones más cómodas e igualmente seguras que pueden favorecer que más pacientes accedan al tratamiento y lo mantengan a largo plazo», explica la Dra. Andreea Ciudin, coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo de Diabetes y Metabolismo del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), como única autora europea de la publicación.

La investigación en agonistas de GLP-1 sigue un ritmo acelerado y pronto los fármacos orales que mejoran a los ya disponibles pueden comenzar a entrar en el mercado

Otro ensayo de fase 3, cuyos resultados dio a conocer Lilly la semana pasada, evaluó la seguridad y eficacia de orforglipron en el control glucémico y la pérdida de peso en comparación con semaglutida oral. El estudio Achieve-3, así se llama, indicó que orforglipron en su dosis más baja mejoró la reducción de la hemoglobina glicosilada (HbA1c) respecto a la semaglutida oral. Además, la dosis más alta de orforglipron hizo que el tripe de pacientes tuviera niveles de glucosa en sangre «casi normales» en comparación con la dosis más alta de semaglutida oral.

La investigación en agonistas de GLP-1 sigue un ritmo acelerado y pronto los fármacos que están igualando y mejorando en ensayos de fase 3 los resultados obtenidos con los medicamentos que ya están disponibles, comenzarán a entrar en el mercado, por lo que una mayor competencia puede llevar a una mejor situación de los servicios de salud a la hora de negociar los precios de estos medicamentos con el fin de que puedan llegar a más personas que viven con obesidad. Por el momento, Lilly ya ha anunciado su intención de comenzar a trabajar con las agencias reguladoras en busca de la aprobación de orforglipron.

FUENTE: www.isanidad.com