La sede del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) celebró la mesa redonda Mujeres en la Medicina dentro de la jornada Avanzando hacia el liderazgo femenino en la profesión médica, en la que se abordó la situación de las profesionales desde los ámbitos de la docencia, la asistencia y el colegial.

El Dr. Cosme Naveda, presidente del COM Bizkaia, moderó la mesa redonda, que contó con la participación de la Dra. Mª Isabel Moya García, especialista en Radiodiagnóstico y presidenta del COM Alicante, la Dra. Margarita Arandia García, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y vicesecretaria del COM Ourense, y la Dra. Anna Casanovas Llorens, investigadora y decana de la Facultat de Medicina de la Universitat de Lleida.
 
Dra. Maribel Moya: “Es primordial la visibilidad y el apoyo en la formación en la igualdad de género, y eso requiere de una mayor inversión”

La Dra. Moya destacó que, a pesar de que la profesión médica se encuentra claramente feminizada y que esta integración de la mujer en la Medicina “ocurre por dos factores: el primero, la accesibilidad a los estudios y al mercado laboral, y el segundo, el rol que la mujer desempeña en la sociedad que hace que las mujeres elijan carreras relacionadas con el cuidado, con el humanismo, …de cuidados”. Destacó que, a pesar de todo ello, existe discriminación en cuanto a los puestos de mando debido a que las mujeres deben superar dificultades añadidas.


“Esta tendencia de feminización no se refleja en los puestos de responsabilidad de los Colegios Profesionales, es decir, que las mujeres se encuentran infrarrepresentadas en estas instituciones. Hay una brecha de género clarísima, y además, la segregación no es solo vertical sino también horizontal: hay más mujeres en los puestos de secretarías y vicesecretarías, lo que reafirma esta tendencia del rol cuidador” – explicó.
Por otra parte, la Dra. Moya señaló que “el 81% de los miembros de los órganos que han tenido capacidad de decisión durante la pandemia, son hombres; mientras que, si se considera también a los grupos de asesoramiento, la representación femenina aumenta”.   
 
Las causas de esta brecha de género, explicó “son sociales y están condicionadas fundamentalmente por los periodos inherentes a la fisiología de la mujer, a lo que se añaden unos sesgos educacionales y tradicionales”. Para que cambie esta tendencia - expuso - “es primordial la visibilidad y el apoyo en la formación en la igualdad de género, y eso requiere de una mayor inversión en ello, ya que actualmente, menos del 1% de los fondos europeos se dedican a esta igualdad”.
 
Para finalizar su intervención, la Dra. Maribel Moya señaló que “los Colegios tenemos el prestigio, la influencia y la capacidad para realizar acciones concretas y construir esta nueva sociedad”.
 
Dra. Anna Casanovas: “Actualmente tenemos una igualdad formal pero no real”

Por su parte, la Dra. Anna Casanovas, quiso destacar que en las universidades la situación es similar: “si bien cerca del 40% de profesoras contratadas son mujeres, tan solo un 20,8% logran la categoría de catedráticas, esto significa que el porcentaje de mujeres disminuye a medida que aumenta el rango profesional”. Además, del total de las setenta y seis universidades españolas, tan solo nueve de ellas tienen a una mujer en el puesto de rectora, mientras que en los vicerrectorados la diferencia es menor, son 169 de los 423 totales, según explicó.
 
En cuanto a las mujeres por rangos de edad, resaltó que, si bien entre los menores de treinta años, un 60,5% son mujeres, en el rango de 40-49 son un 43%, y en mayores de 60 años tan solo un 26%. A medida que aumenta, la proporción femenina disminuye; es decir, “la presencia de las mujeres ha aumentado, pero la distribución en los puestos de responsabilidad no es equilibrada”.
 
En su opinión la presencia de mujeres en la gobernanza de las universidades ha aumentado, sin embargo – insistió - “la presencia de mujeres en estas instituciones no es proporcional, ya que las mujeres ocupan más cargos directamente relacionados con el cuidado de los estudiantes”.
 
La Dra. Casanovas finalizó su intervención afirmando que “el siguiente paso es diagnosticar exactamente cuándo y cómo se produce la discriminación, y trabajar en ello, ya que actualmente tenemos una igualdad formal, pero no real” y recordó que queda mucho trabajo por hacer.
 
Dra. Margarita Arandia: “La apuesta por la conciliación es el escenario en el que se avanzará en la igualdad en la profesión”

La tercera ponente de la mesa, la Dra. Margarita Arandia, ofreció el punto de vista desde el área asistencial de la Medicina. En primer lugar, señaló que la respuesta a la pregunta de ¿dónde están ellas? es “trabajando en todos los ámbitos”, sin embargo, cargan con una mochila en la que se encuentran la maternidad, el cuidado de los hijos y los padres, la crianza, etc.
 
La Dra. Arandia expuso que “ahora toca ganar poder y mejorar las condiciones de trabajo” y para ello es estrictamente necesario “mejorar la conciliación de la vida laboral y el resto de la vida de todas las personas”. “Educar en la igualdad y formar a los jóvenes desde la perspectiva de género” son las claves para lograr que las mujeres tengan las mismas opciones reales para ocupar cargos de poder. Las peticiones de excedencias, renuncias a guardias y jornadas, etcétera, que solicitan más las mujeres que los hombres, penalizan el salario.
 
Por otra parte, se mostró de acuerdo en que se apliquen cuotas, al menos durante el periodo actual, aunque esperó que sean medidas transitorias para que cambie la inercia de la mayor presencia de hombres en los cargos de responsabilidad y en los puestos visibles.
 
Finalmente, señaló que “la apuesta por la conciliación es el escenario en el que se avanzará en la igualdad en la profesión”.
 
Todas las ponentes y el moderador coincidieron en señalar que jornadas como esta contribuyen al cambio y son absolutamente necesarias en este momento. Valoraron la adhesión al manifiesto #DóndeEstánEllas como un paso gigantesco, por su relevancia a la hora de visibilizar el papel de la mujer y la creación de referentes femeninos.
 
Por último, insistieron en que la herramienta que más puede contribuir a este cambio es educar en la corresponsabilidad y fomentarla, acciones que están directamente relacionadas con la importancia de la conciliación de la vida profesional y personal. Un paso hacia adelante en este aspecto, señalaron, es la equiparación de la duración de los permisos de maternidad y paternidad, que puede ayudar a reducir el impacto negativo que tiene sobre la carrera profesional de las mujeres esta diferencia.

FUENTE: medicosypacientes.com