El Dr. Hermenegildo Marcos, representante nacional de Atención Primaria Rural del Consejo General Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), analiza en este artículo de opinión, del Blog AP25, el uso de la tecnología en la atención sanitaria.

Dr. Hermenegildo Marcos, representante nacional de Atención Primaria Rural del Consejo General Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM)

Recientemente las vocalías de AAPP, AP urbana y rural celebraron una jornada sobre el uso de la tecnología en la atención sanitaria. No se refería explícitamente a las nuevas tecnologías porque la más usada ha sido una que su inventor, hace más 150 años, Antonio Meucci, denominó teletrófono.

Meucci construyó un aparato que conectara su oficina con su dormitorio, situados en distintas plantas de la casa, debido a que en éste, su esposa estaba inmovilizada por el reumatismo. Podemos decir que ya nació con vocación de telemedicina.

Fue uno de esos inventos que, junto con el de los guantes quirúrgicos se desarrollaron por amor, lo que es de agradecer.

Actualmente el teléfono ha alcanzado tal grado de complejidad y prestaciones que Bjarne Stroustrup, catedrático de ciencias de la computación en la Universidad A&M de Texas ha comentado que “siempre desee que mi computadora fuera tan fácil de usar como mi teléfono. Mi deseo se ha hecho realidad: ya no sé usar mi teléfono”.


Sir William Osler enumeró las cuatro características del gremio de la medicina, noble linaje, extraordinaria solidaridad beneficencia singular y carácter progresista, en relación a esta última escribe ”… en el abandono de viejas fórmulas y en la sustitución de dogmas inquebrantables mediante el espíritu de la libre indagación, vemos la promesa de logros aún mayores y de un futuro más glorioso”

Los cambios actuales en la tecnología y en los materiales como el grafeno tienen un ritmo impetuoso a los que nos tenemos que adaptar, así como el deber y obligación de incorporarlas palatinamente a nuestro quehacer diario, pero manteniendo un pensamiento crítico, conocer sus limitaciones, así como los problemas éticos y morales a los que nos enfrentamos. Siempre sopesando sus riesgos y beneficios; tal y como le preguntaron a Boris Pasternak, premio Nobel de literatura en 1958 y autor de Doctor Zhivago, cuando se estaban produciendo los acontecimientos vertiginosos de la revolución rusa de 1917 “¿si en este tiempo de grandes cambios había que pensar rápidamente?”, a lo que él respondió “en épocas que van muy deprisa hay que pensar más lentamente”,

La forma de ejercer la medicina cambiará con las Nuevas Tecnologías y mucho más con la incorporación de la Inteligencia Artificial que llegará a suplir al médico en determinadas actuaciones, pero la relación médico-paciente, base del tratamiento, debe ser esencial y no debe cambiar.

Por diferentes que sean los tiempos la vida se nos presentará siempre con casi los mismos problemas físicos y psicológicos y dónde la Tecnología o Inteligencia Artificial no alcance a llegar, siempre lo hará un buen médico.

FUENTE: medicosypacientes.com


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