Del día en el que se anuncio el primer Estado Alarma, Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), recuerda el "estrés", el "miedo" y la "incredulidad" ante la idea de tener que enfrentarse a "un verdadero tsunami", sin embargo asegura que la ONT ha conseguido hacer frente a la crisis sanitaria de una manera "extraordinaria" hasta conseguir "convivir de alguna manera con la pandemia".

Y los datos los demuestran: A pesar de las múltiples dificultades, a lo largo del pasado año se realizaron en nuestro país 4.425 trasplantes de órganos, lo que corresponde a una tasa de 93,3 por millón de población. Esta actividad fue posible gracias a las 1.777 personas que donaron sus órganos tras fallecer, lo que nos sitúa en 37,4 donantes p.m.p.
 
Domínguez-Gil, que ha cerrado la jornada 'La pandemia que desafió a los trasplantes: un año de la crisis COVID-19' con motivo del Día Nacional del Trasplante, que se celebró ayer miércoles, ha destacado la labor realizada por todos en este último año y el Plan Nacional de Trasplantes paso de encontrar al inicio de la pandemia un "montón de obstáculos" a desarrollar de forma extraordinaria su potencial en una situación no menos extraordinaria.

Según el ‘Estudio del impacto de la discapacidad y/o la enfermedad crónica en las personas mayores y sus familias’ realizado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes.

La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) alerta, mediante su ‘Estudio del impacto de la discapacidad y/o la enfermedad crónica en las personas mayores y sus familias’, de que los trastornos que más afectan a las personas mayores que viven en situación de cronicidad son la ansiedad, la depresión y estrés que se dan especialmente en el momento del diagnóstico de la enfermedad.
 
Esta es una de las conclusiones extraídas del informe realizado en colaboración con el Real Patronato Sobre Discapacidad y en el cual se ha llevado a cabo el análisis de diferentes aspectos relacionados con la enfermedad crónica en la población de personas mayores de 65 años, como son la atención sanitaria y social de las personas mayores afectadas por una o varias patologías crónicas, el impacto psicosocial ejercidos por estas y la soledad en este grupo de población.
 
El documento ha sido desarrollado por la POP con el objetivo de reflejar el impacto que produce la enfermedad crónica en las personas mayores y en su familia, aportando tanto la perspectiva de la persona afectada, como la de sus familiares, los profesionales sanitarios y sociales y las organizaciones de pacientes.

Este mes de marzo se cumple un año desde que la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) decidiera poner a disposición de los médicos/as afectados/as por la pandemia de Covid-19 nuevas ayudas extraordinarias para los profesionales, así como a los familiares de los médicos fallecidos. De esta manera reforzó y facilitó el acceso a las prestaciones y servicios ya existentes de la Fundación, consciente de las necesidades del colectivo surgidas en esta crisis sanitaria.

Desde el inicio de la pandemia y ante la evolución de la situación puso en marcha un paquete de medidas, que permanece activo actualmente y que se canaliza a través de los respectivos Colegios de Médicos provinciales, para los profesionales en activo afectados. Todas estas ayudas, que superan los 100.000 euros, han sido posibles gracias a las aportaciones solidarias de los miembros de la profesión médica y los donantes para ayudar a quienes han estado en primera línea de batalla.

De esta forma, en un primer momento la FPSOMC puso en marcha ayudas dirigidas a facilitar la conciliación de los médicos mediante la ampliación del Apoyo Familiar en el Hogar de hijos menores y la Teleasistencia Domiciliaria para padres que vivan en su propio domicilio y se vieran privados del apoyo de sus hijos a causa del confinamiento, también aprobó atender a las necesidades de los médicos de nueva colegiación por el coronavirus y facilitarles el acceso al Catálogo de Prestaciones 2020 y a las Prestaciones Extraordinarias-COVID19; así como estableció nuevas ayudas familiares por defunción, para estudios o becas.

La Comisión Europea ha admitido este martes que los problemas de producción y distribución de la vacuna contra la COVID-19 que tiene la farmacéutica anglosueca AstraZeneca ha provocado "problemas" en la reputación de la UE porque el bloque esperaba una cifra "enorme" de entregas durante los dos primeros trimestres del año.
 
La directora general de Salud y Seguridad Alimentaria del Ejecutivo comunitario y responsable de las negociaciones con las empresas farmacéuticas, Sandra Gallina, ha reconocido ante la comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo que el "mal rendimiento" de esta empresa ha dañado la imagen tanto del Ejecutivo comunitario como de los Estados miembros.
 
"Es una vergüenza, un daño reputación de gran alcance", ha insistido durante su comparecencia la italiana, que ha asegurado compartir la "frustración" que han expresado muchos eurodiputados por los retrasos del laboratorio, que sólo entregará hasta junio 100 millones de dosis a los Estados miembros, un tercio de lo pactado en el contrato.

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