El Ministerio del Interior ha suspendido de forma definitiva una investigación experimental en las cárceles de Huelva y Córdoba que pretendía combatir con electrodos la agresividad de los presos, teniendo en cuenta aspectos como que "no existe evidencia de la calidad" del estudio o la "debilidad de los consentimientos ofrecidos" por los reclusos que se sometieron al mismo

En una resolución, firmada por el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, el organismo dependiente del Ministerio del Interior informa de que ha suspendido el experimento que lleva por título 'El estudio de la corteza prefrontal dorsolateral y agresividad auto informada en una población reclusa: un estudio mediante estimulación de corriente directa transcraneal (tDCS)'.

El estudio se aprobó por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias el 10 de diciembre de 2015 para que se llevara a cabo por Andrés Molero Chamizo dentro de la prisión de Huelva, contando con aval de la Universidad de esta ciudad. El 6 de junio de 2017 se extendió a la cárcel de Córdoba, en esta ocasión de la mano de la investigadora Raquel Martín Riquelme. En diciembre de 2018 se pidió ampliar el estudio.

La Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC) y la Asociación Española de Biosimilares (BIOSIM) presentaron ayer el Documento “El Principio de Justicia y los Medicamentos Biosimilares en el Sistema Nacional de Salud” y el Programa de Seminarios de Biosimilares en la Práctica Clínica, curso con tres ediciones consecutivas durante el próximo año

En el acto participaron el Dr. Serafín Romero, presidente de la FFOMC; Dr. Joaquín Rodrigo, presidente de BIOSIM; Dr. José Ramón Repullo, director Técnico de la FFOMC; y Dr. Javier Sánchez Caro, exdirector de la Unidad de Bioética y Orientación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, autor del Documento “El Principio de Justicia y los Medicamentos Biosimilares en el Sistema Nacional de Salud”.
 
Inició el turno de intervenciones el Dr. Serafín Romero quien hizo referencia a la renovación del acuerdo, firmado con anterioridad a la Jornada, con BIOSIM para trabajar juntos “en la formación y sensibilización de los médicos en medicamentos biosimilares”.

España comparte la importancia de la cobertura sanitaria universal como un reto que hay que perseguir entre todos a fin de conseguir los objetivos de salud mundial, según el mensaje transmitido por la delegación encabezada por el secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, participante em la 72ª Asamblea Mundial de la Salud que se celebra estos días en Ginebra

Blanco recordó que España aprobó en julio de 2018 un Real Decreto que garantiza el derecho a la protección a la salud y a la atención sanitaria en las mismas condiciones a todas las personas que se encuentren en el estado español.
 
“Ponemos al servicio de la OMS y de los Estados miembros la experiencia de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS)”, ofreció Blanco, “para el intercambio de conocimiento que pueda contribuir a la búsqueda de las mejores prácticas adaptadas al contexto de cada país para lograr el fortalecimiento integral de los sistemas de salud para el avance hacia la cobertura sanitaria universal”.

El estancamiento e, incluso, el retroceso en los cuidados paliativos en España registrado en los últimos ocho años sitúan a nuestro país a la cola de Europa y con 0,6 servicios especializados por cada 100.000 habitantes está bastante alejado de las recomendaciones internacionales. Así se recoge en el Atlas de Cuidados Paliativos en Europa 2019, coordinado por la Universidad de Navarra, que coloca a España en el puesto 31 de los 51 países europeos analizados en cuanto a servicios por habitante, al mismo nivel que Georgia o Moldavia, y en séptimo lugar en número de servicios especializados, con 260

En toda la región europea hay 6.388 servicios especializados en cuidados paliativos. Concretamente, España cuenta con 260 servicios especializados en cuidados paliativos, superada por Alemania (914), Reino Unido (860), Francia (653), Polonia (587), Italia (570) y Rusia (321), países que concentran el 47 por ciento del total de servicios.

Cada año unas 4,5 millones de personas mueren en Europa con un gran sufrimiento derivado de la enfermedad, de los cuales 140.000 son niños. Asimismo, en España de las 228.00 personas que fallecen anualmente con necesidad de cuidados paliativos, alrededor de 80.000 personas lo hacen sin acceder a cuidados paliativos, una prestación que va a necesitar el 50% de la población al final de su vida.

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