Ante el necesario escenario de acuerdos para la “reconstrucción” social y económica provocado por la crisis sanitaria de la Covid-19, los Consejos Generales de Dentistas, Enfermería, Farmacia, Fisioterapia, Logopedia, Medicina, Ópticos-Optometristas, Podología, y Veterinaria, reunidos por videoconferencia el pasado 30 de junio, evaluaron la situación actual de nuestro sistema sanitario y de las profesiones sanitarias y consensuaron el siguiente posicionamiento.

● La pandemia de la COVID-19 ha evidenciado todas las debilidades de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) y ha dejado visible algunas de las urgentes actuaciones a poner en marcha para reconducir nuestra Sanidad a los niveles que presentaba hace algo más de una década. El escaso presupuesto dedicado a Salud Pública (menos del 2% del total del gasto sanitario) y a la Sanidad en España, el escaso desarrollo de la Ley de 2011 de Salud Pública, la falta de priorización que se ha dado en la agenda política a la Sanidad en su conjunto (nueve ministros y sus correspondientes equipos desde 2008), han producido una situación que no puede volver a repetirse. Revertir lo expuesto anteriormente debe priorizarse en un esperado y anhelado Pacto por la Sanidad.

● Es necesario un gran acuerdo por la financiación suficiente de nuestro SNS. Una financiación estable y consolidada fiscalmente, coherente con los principios de cohesión territorial, igualdad y equidad en el acceso a las prestaciones sanitarias. Incrementar el porcentaje del PIB que destinamos a Sanidad por encima del 7% debe ser un objetivo prioritario. Inyectar una cantidad económica, acorde a la necesidad actual, que tenga como objetivo esencial el consolidar el empleo sanitario, los cambios estructurales y organizativos debe realizarse de forma URGENTE y la disponibilidad de las prestaciones, como es el caso, de los medicamentos que requiere la población.

El estudio de seroprevalencia, elaborado por el Ministerio Sanidad, junto al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), el Instituto Nacional de Estadística (INE), con la colaboración de las comunidades autónomas, ha finalizado que el 5,2 por ciento de la población española ha superado la Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, y presenta anticuerpos IgG.

El objetivo del trabajo, que comenzó el pasado 27 de abril y que ha sido realizado en tres oleadas, ha sido estimar la prevalencia de infección del nuevo coronavirus en España mediante la determinación de anticuerpos frente al virus por comunidades autónomas, provincias, edad y sexo. Para ello, se han estudiado, en tres oleadas, a 68.296 personas de todas las edades, comunidades y provincias, a las cuales se les ha invitado a participar por teléfono.

Además, 54.858 han participado en las tres oleadas y se han realizado 186.908 test rápidos (más 9.755 en el estudio específico insular) y se han recogido 165.176 muestras de sangre (más 9.130 adicionales en el estudio específico insular).

El Ministerio de Sanidad ha trasladado a las comunidades autónomas la Estrategia de Salud Cardiovascular (ESCAV) del Sistema Nacional de Salud, cuyo principal objetivo es desarrollar actuaciones que permitan un abordaje integral de la salud cardiovascular, según ha informado el Ministerio.

Para ello, recoge la promoción de intervenciones que reduzcan la incidencia, morbilidad y mortalidad de la enfermedad cardiovascular en España y persigue mejorar los resultados de la atención sanitaria y prevenir la discapacidad, así como mejorar la calidad de vida y bienestar de los pacientes y sus familiares.

La perspectiva de la ESCAV está centrada en la atención a las personas y tiene un diseño y una metodología multidisciplinares. Además, se sustenta en ejes vertebradores que permiten contemplar tanto un abordaje general de la salud cardiovascular como su aplicación a condiciones y patologías concretas que requieren actuaciones específicas.

La Comisión Asesora COVID-19-OMC, puesta en marcha por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ha hecho público su quinto Informe, en este caso sobre tabaco y COVID-19, en el que concluye que los fumadores tienen un mayor riesgo, no solo de contraer la COVID-19, sino de tener un peor pronóstico en caso de contagiarse y reclama más avances en las políticas antitabaco

En este informe, en el que han participado la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), la Sociedad  Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), se pone de manifiesto que el consumo de tabaco aumenta la probabilidad de contagio de COVID-19, tanto por el humo exhalado, como por la manipulación, ya que fumar o “vapear” aumenta el contacto mano-boca, y con la mascarilla, así como señala que las pipas de agua incrementan el riesgo por el contacto con boquillas, la proximidad y la difícil limpieza.

La Comisión Asesora COVID-19-OMC reclama a los poderes públicos que fomenten los cambios necesarios para avanzar en las políticas antitabaco, como parte del impulso para crear una nueva normalidad que nos defienda de la pandemia. Para ello propone una serie de medidas como son:

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