El Ministerio de Sanidad ha trasladado a las comunidades autónomas la Estrategia de Salud Cardiovascular (ESCAV) del Sistema Nacional de Salud, cuyo principal objetivo es desarrollar actuaciones que permitan un abordaje integral de la salud cardiovascular, según ha informado el Ministerio.

Para ello, recoge la promoción de intervenciones que reduzcan la incidencia, morbilidad y mortalidad de la enfermedad cardiovascular en España y persigue mejorar los resultados de la atención sanitaria y prevenir la discapacidad, así como mejorar la calidad de vida y bienestar de los pacientes y sus familiares.

La perspectiva de la ESCAV está centrada en la atención a las personas y tiene un diseño y una metodología multidisciplinares. Además, se sustenta en ejes vertebradores que permiten contemplar tanto un abordaje general de la salud cardiovascular como su aplicación a condiciones y patologías concretas que requieren actuaciones específicas.

La Comisión Asesora COVID-19-OMC, puesta en marcha por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ha hecho público su quinto Informe, en este caso sobre tabaco y COVID-19, en el que concluye que los fumadores tienen un mayor riesgo, no solo de contraer la COVID-19, sino de tener un peor pronóstico en caso de contagiarse y reclama más avances en las políticas antitabaco

En este informe, en el que han participado la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), la Sociedad  Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), se pone de manifiesto que el consumo de tabaco aumenta la probabilidad de contagio de COVID-19, tanto por el humo exhalado, como por la manipulación, ya que fumar o “vapear” aumenta el contacto mano-boca, y con la mascarilla, así como señala que las pipas de agua incrementan el riesgo por el contacto con boquillas, la proximidad y la difícil limpieza.

La Comisión Asesora COVID-19-OMC reclama a los poderes públicos que fomenten los cambios necesarios para avanzar en las políticas antitabaco, como parte del impulso para crear una nueva normalidad que nos defienda de la pandemia. Para ello propone una serie de medidas como son:

Más de 2.100 profesionales sanitarios se han contagiado desde el pasado 11 de mayo de Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, de los cuales siete han iniciado síntomas en los últimos siete días.

Asimismo, de todos ellos, más de 1.080 trabajan en un centro sanitario, más de 880 en un centro sanitarios y unos 170 en otro tipo de centros, según ha informado en rueda de prensa el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
 
La exposición al virus se ha producido en los lugares de trabajo, si bien Simón ha comentado que entre el 10 y el 15 por ciento de los profesionales sanitarios se ha infectado fuera de su lugar de trabajo y en hasta el 20 por ciento de los casos no se tiene información de cómo se ha contagiado.

Finalmente, el experto ha informado de que muchos de los profesionales sanitarios son asintomáticos y que se están detectando precozmente gracias a los cribados que se están realizando en este sector en las diversas comunidades autónomas.
Simón ha hecho una valoración de los últimos datos globales publicados por el Ministerio de Sanidad, cifrando en 24 el número de fallecidos en la última semana, siguiendo con la "tendencia similar" a la de días anteriores, ha destacado. La tendencia "ligeramente ascendente" detectada la pasada semana, ha subrayado, "está revirtiendo" en esta gracias al esfuerzo de la detección de brotes en las provincias implicadas.

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha publicado este viernes una guía de apoyo a las poblaciones vulnerables desde el punto de vista médico y social durante la pandemia de COVID-19, en la que denuncian que, en algunos casos, no se han respetado los derechos de estas personas.

Algunas personas son mucho más vulnerables que el resto de la población, ya sea a la propia COVID-19, en la medida en que corren un elevado riesgo de enfermedad grave y muerte, o a las consecuencias de las medidas de salud pública que se han impuesto para controlar la propagación del virus, que han agravado sus ya difíciles situaciones vitales. "Estas personas podrían ser descritas como vulnerables desde el punto de vista médico o social, respectivamente", indica el ECDC en su documento.

"Las poblaciones vulnerables desde el punto de vista médico y social (que incluyen, entre otros, a los ancianos, las personas con discapacidad, los migrantes irregulares, las personas sin hogar, las comunidades LGBTI y los trabajadores del sexo) han visto exacerbadas en gran medida sus ya difíciles situaciones de vida por la pandemia de COVID-19", ha lamentado la directora del ECDC, Andrea Ammon.

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