El Dr. Tomás Cobo tomó posesión oficial de su cargo como presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) en un acto presidido por Carolina Darias, ministra de Sanidad, y en el que estuvo acompañado por la Comisión Permanente de la corporación.

En el marco del Gran Anfiteatro del Colegio de Médicos de Madrid se ha congregado a una alta representación de todo el sector sanitario y político, con la presencia de altos cargos del Ministerio de Sanidad, como Silvia Calzón, secretaria de Estado de Sanidad; Francisco Hernández Spínola, subsecretario del Ministerio de Sanidad; Ana Pastor, vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados; María Teresa Fernández de la Vega, presidenta del Consejo de Estado de España; Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad de Madrid, así como miembros de las Comisiones de Sanidad del Congreso y del Senado, de la Sanidad Militar, del Tribunal Supremo; de MUFACE, el alcalde de Madrid, la alcaldesa de Santander y los embajadores de Colombia y la República de Taiwán.

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha aprobado por unanimidad inocular a partir de este mismo jueves una tercera dosis adicional de la vacuna contra el coronavirus a pacientes con determinadas inmunosupresiones, trasplantados de órgano sólido y medula ósea y pacientes con algunos tratamientos oncológicos, lo que supondría cerca de 120.000 personas.

Según han precisado fuentes presentes en la reunión, se seguirá valorando la opción de aplicar la tercera dosis a otros colectivos.
 
Sobre la tercera dosis, la tesis propuesta por Castilla-La Mancha de aplicar la tercera dosis a residentes en centros de mayores ha sido apoyada por comunidades autónomas como Andalucía, Comunidad Valenciana, Aragón o La Rioja.
 
En la cita, el Ministerio de Sanidad ha propuesto además celebrar una reunión con todas las comunidades autónomas para poner en común una nueva estrategia sobre el modelo de Atención Primaria.

FUENTE: medicosypacientes.com

Las nuevas directrices, según ha informado la OMS Europea, "proporcionan pruebas claras del daño que la contaminación del aire inflige a la salud humana y recomiendan nuevos niveles de calidad del aire para proteger la salud de las poblaciones, al reducir los niveles de contaminantes atmosféricos clave, algunos de los cuales también contribuyen al cambio climático".

La contaminación del aire es una de las mayores amenazas ambientales para la salud humana, junto con el cambio climático, por este motivo, el próximo 22 de septiembre publicará las nuevas Directrices mundiales de calidad del aire, para ayudar a orientar la legislación y las políticas para reducir los niveles de contaminantes del aire y disminuir la carga de morbilidad que resulta de la exposición al aire contaminado en todo el mundo.
La OMS estima que alrededor de 7 millones de muertes prematuras cada año se deben a los efectos de la contaminación del aire, y más de 500 000 de esas muertes ocurren en la Región de Europa de la OMS. Una acción concertada para reducir la contaminación del aire salvaría vidas y reduciría la carga de morbilidad.
 
Desde mediados de la década de 1980, el Centro Europeo de Salud y Medio Ambiente de la OMS en Bonn, Alemania, ha coordinado el desarrollo de una serie de directrices de la OMS sobre la calidad del aire. Proporcionan niveles de referencia para varios contaminantes del aire que, si se logran, darían como resultado una reducción significativa del riesgo para la salud.

Según afirman desde SECPAL, la preparación para una pandemia debe incluir la prestación de servicios de cuidados paliativos integrados, tanto para quienes resultan afectados como para los pacientes que no padecen COVID, incluidas las personas mayores con enfermedades crónicas, que no deben ser desatendidas en emergencias y que sufren más por las medidas restrictivas de aislamiento.

La COVID-19 ha sido y continúa siendo una abrupta llamada de atención para los sistemas de salud con respecto a sus carencias y debilidades para atender adecuadamente las emergencias de salud pública. Esto incluye los cuidados paliativos, cuya aportación ha demostrado ya su valor en estas situaciones.
 
Además, la OMS ha documentado que, debido a la pandemia, muchos pacientes sin COVID no acudieron citas de diagnóstico y tratamiento, incrementándose el número de pacientes con enfermedad avanzada; así, han aumentado, por ejemplo, los pacientes que necesitan control del dolor por cáncer u otras enfermedades avanzadas.