El Gobierno y las Comunidades Autónomas han acordado este miércoles, en el seno de Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), limitar la entrada y salida en las comunidades y ciudades autónomas entre el 23 de diciembre de 2020 y el 6 de enero de 2021, así como un máximo de 10 personas en las reuniones, salvo que se trate de personas que viven en el mismo domicilio y que no se superen dos grupos de convivencia como máximo.

Además, y según se establece en el 'Adopción de Medidas de Salud Pública para la Covid-19 para la celebración de las fiestas navideñas', se ha acordado fijar el toque de queda a las 1.30 horas los días 24 y 25 de diciembre, Nochebuena y Nochevieja, si bien sólo para regresar al domicilio y "nunca" para desplazarse a otros encuentros sociales.
 
"Es un acuerdo muy importante y de amplio consenso, resultado del trabajo coordinado entre Sanidad y las comunidades autónomas que harán que estas navidades sean diferentes. Y es que, no sólo se trata de celebrar unas navidades diferentes, sino de celebrar muchas navidades más", ha dicho en rueda de prensa la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, tras el pleno del CISNS.

La Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), entidad que representa la acción solidaria de todo el colectivo médico a nivel estatal, con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra hoy, recuerda que uno de sus ejes de actuación es proteger y mejorar la calidad de vida de este colectivo, objetivo para el que destina cerca del 40% de todas las ayudas y prestaciones de su Catálogo de Protección Social.

“Desde la Fundación promovemos los derechos y el bienestar de las personas que se encuentran en situaciones de discapacidad y/o dependencia de los miembros de la profesión médica y sus familias con una amplío Programa de Protección Social adaptado a sus necesidades”, asegura el Dr. Serafín Romero, presidente de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial, quien resalta que “la misión de la Fundación es estar al lado del médico en cualquier circunstancia para hacerle la vida más fácil”.

En concreto, dentro de su Catálogo de Prestaciones destina un bloque de ayudas tanto para los propios médicos como para sus familias, dedicadas a la “Atención a la Dependencia-Discapacidad” con un Servicio de Teleasistencia; Servicio de Atención en el Domicilio; Centro de Día/Noche; Residencias de mayores; Descanso para el cuidador: Servicios de Respiro; Servicios para la Convalecencia; Tratamientos de Atención Temprana (0-6 años); Tratamientos especiales (6-21 años); Prestaciones para la Autonomía Personal en el Hogar: Adaptación de la vivienda y/o Productos para el cuidado personal.

La epidemia de la COVID-19 ha empujado espectacularmente al alza el número de personas que necesitan asistencia humanitaria con un incremento de un 40% de afectados respecto a las mismas fechas del año pasado, según se deprende de la última edición del estudio Panorama Global Humanitario 2021.

Mientras que a principios de año precisaban ayuda de emergencia 170 millones de personas, la previsión para el 2021 de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU apunta a que esa cifra crecerá hasta los 235 millones, casi en su totalidad debido a la pandemia del coronavirus.

El informe de las Naciones Unidas y sus socios humanitarios destaca que, si todas esas personas que van a necesitar ayuda humanitaria durante el año que viene vivieran en un país, éste sería la quinta nación más grande del mundo.

El objetivo de la ONU y sus asociados para el año que viene es buscar ayuda para 160 millones de las personas más vulnerables que se enfrentan al hambre, los conflictos, los desplazamientos y los efectos del cambio climático y la pandemia COVID-19. Para lograrlo, precisan la solidaridad y la financiación del resto del mundo.

“No hay que patologizar el malestar que provoca la pandemia en la salud mental, la fatiga pandémica no existe como tal, refleja la situación de agotamiento de la población ante un escenario de estrés prolongado”, según asegura la Dra. Maria Fé Bravo, Jefa de Psiquiatría y Salud Mental de La Paz, quién alerta del impacto en la salud mental de una tercera ola de esta pandemia a causa de problemas económicos.

Ante el avance del concepto “fatiga pandémica”, especialmente por parte de medios de comunicación, para explicar y denominar algunas consecuencias o síntomas de salud mental en la población bajo el actual contexto de pandemia, Médicos y Pacientes ha entrevistado a la Jefa de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital La Paz de Madrid para conocer si esta terminología se ajusta a la realidad y que implicaciones tiene.

En opinión de la experta este término se ha sacado más en los periódicos y televisiones que en los propios servicios de Salud Mental de nuestro país. Desde su punto de vista estas palabras responden a la descripción de “una situación de prolongación de restricciones y de todos los problemas y limitaciones relacionadas con el contexto de pandemia que, lógicamente, están generando un agotamiento, pero no es un término técnico o una patología de Salud Mental”- aclara.

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