Alrededor de 2.700 millones de personas, más de un tercio de la población mundial, no han recibido ningún apoyo público para hacer frente a los efectos de la pandemia del coronavirus, según una investigación de Oxfam Intermón.

Tras analizar las prestaciones de 126 países de ingresos bajos y medios, el informe ‘Refugio en la tormenta’, realizado en colaboración con Development Pathways, concluye que ninguna de las transferencias públicas ha sido suficientemente elevada como para satisfacer las necesidades básicas de la población.
 
En total, el mundo ha gastado este año 11,7 billones de dólares para hacer frente a las consecuencias de la pandemia del coronavirus, pero la mayoría -el 83%- los han gastado sólo 36 países ricos, frente a sólo 42.000 millones de dólares (el 0,4 %) empleados por 59 países pobres.


Mientras que el primer mundo ha invertido unos 695 dólares por persona en protección social durante el coronavirus, los países de bajos ingresos han gastado un importe per cápita que va de los cuatro a los 28 dólares.
 
"El coronavirus ha unido al mundo en el miedo, pero lo ha dividido en la respuesta", declaró la responsable de políticas públicas de Oxfam Intermón y coautora del informe, Liliana Marcos. "La pandemia impulsó un loable esfuerzo en materia de protección social a nivel mundial que llegó a más de mil millones de personas, pero a día de hoy hay muchas más que se han quedado totalmente al margen”, añadió.
 
Según el informe, las y los trabajadores de los países de ingresos bajos son quienes más han sufrido, ya que han perdido el 23% de sus horas de trabajo. “Mucha gente se está endeudando, se ve forzada a saltarse comidas, a dejar de llevar a los menores de edad a la escuela o a vender sus bienes”, señala.
 
El 41 % de los planes de protección social de los 126 países analizados han consistido en pagos únicos que ya se han agotado y sólo el 13% de los programas han sido de más de seis meses. El 80% de los países no ha llegado a atender ni siquiera a la mitad de su población.
 
Algunos países, como Sudáfrica, Namibia y Bolivia han estado mejor preparados, ya que contaban con beneficios sociales casi universales desde antes de la pandemia. Oxfam Intermón considera en este sentido que “la mayoría de los demás países podrían haberlo logrado también con mejores políticas y más apoyo”.
 
Muchos países en desarrollo han podido movilizar ayuda no financiera, como la alimentaria, pero esta suele ser insuficiente para satisfacer la falta de ingresos y la ausencia de prestaciones públicas de protección social.
 
La ONG reclama un Fondo Global para la Protección Social que sea “la piedra angular de una economía post Covid más igualitaria y resistente, y que evite un aumento de la desigualdad y la pobreza en el mundo”.

Dispositivo Integral de Protección Social COVID19 para médicos/as

FUENTE: medicosypacientes.com