El Dr. Domingo Antonio Sánchez, representante nacional de médicos jóvenes del Consejo General de Médicos (CGCOM) repasa en esta entrevista la situación actual que vive la profesión, y en especial el sector más joven, un escenario que califica como “tormenta perfecta” en la que echa en falta “un liderazgo claro por parte de la administración”.

En esta charla con “Médicos y Pacientes” adelanta parte de la actividad y agenda política que llevarán a cabo en 2023 como la presentación de un Estudio sobre las cargas y las condiciones de trabajo de los MIR; la elaboración un Libro Blanco sobre la Formación Sanitaria Especializada, donde se hará una profunda reflexión y una batería de propuestas sobre nuestro sistema formativo, y la celebración de una cumbre sanitaria europea de médicos jóvenes.

El año finaliza con movilizaciones y huelgas por gran parte de España ¿Qué está sucediendo? ¿Cuál es la impresión del colectivo al que usted representa?

Está sucediendo lo que veníamos advirtiendo, una tormenta perfecta. Mi colectivo fue el que primero empezó con las movilizaciones hace ya más de un año. Veníamos advirtiendo que la precariedad laboral asociada a la medicina de campaña ejercida durante la pandemia no puede ser la tónica de funcionamiento habitual de nuestro sistema, y esto es lo que ha calado en todo el conjunto de la profesión. La impresión por parte de mi colectivo es descorazonadora, no vemos el liderazgo claro por parte de la administración que es necesario para salir de una situación de crisis como la que nos está tocando vivir.

El final de año es un momento para realizar balance: ¿Cómo consideras este balance? ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de la sanidad en 2022?

El balance siempre ha de ser positivo, pues de todo aprendemos. Lo que considero que es lo mejor de este año es el hecho de que se está produciendo un empoderamiento de la profesión médica que está haciendo que salgamos del letargo en el que llevábamos inmersos desde varios años atrás. Todo momento de movilización es bueno, pues permite que podamos mirar un poco hacia adelante, hacia el futuro sanitario que queremos construir.

En cuanto a lo peor, de nuevo, la falta de políticas adecuadas en sanidad por la falta de liderazgo de sus dirigentes políticos. En el caso específico que nos atañe a los médicos jóvenes, es el impacto que hemos visto que ha tenido en la situación de las plazas MIR, el no haber sido capaces de escuchar a los representantes profesionales. Un empobrecimiento de un sistema que está creado para garantizar el futuro de la asistencia sanitaria de nuestro país es algo sobre lo que se debe de hacer una profunda reflexión.

¿Desde tu colectivo tenéis hecha esa reflexión?

Totalmente. Mi colectivo ha demostrado ser un punto de esperanza para la sanidad del futuro. No solo porque somos unos agentes que entendemos que el futuro es nuestro, sino porque somos responsables con los análisis que hacemos y los cambios que proponemos. En base a ello, durante el próximo año, llevaremos a cabo una importante actividad con una agenda política marcada sobre esa base de responsabilidad y actividad de mejora de nuestro sistema.

¿Nos puedes hacer un adelanto de esa agenda política?

Empezaremos el año con la presentación de los resultados del Estudio sobre las cargas y las condiciones de trabajo de los MIR. Un análisis detallado y concienzudo que tiene el objetivo claro de iniciar un cambio de paradigma en las dinámicas de trabajo de nuestro sistema sanitario. A mediados de año, tenemos intención de presentar un Libro Blanco sobre la Formación Sanitaria Especializada donde se hará una profunda reflexión y una batería de propuestas sobre nuestro sistema formativo. Finalmente acabaremos el año con la celebración de una cumbre sanitaria europea donde los médicos jóvenes europeos celebraremos en España una asamblea que tiene previsto mandar unos mensajes claros acerca de los retos que tenemos por delante.

Suena a un año especialmente cargado de actividad…, ¿no? Además, 2023 es un año electoral. En este sentido, ¿qué deberían de llevar los programas electorales en materia sanitaria?

(Risas) Pues la verdad es que sí, que nos espera un año intenso. Creo que puede ser un buen año para poner el punto de partida a las mejoras necesarias. En nuestro modelo de democracia, un año de elecciones siempre es proclive a que parte de los actores del sistema, los partidos políticos, escuchen y puedan tomar notas para acometer reformas. Ahora bien, otra cosa es que luego lleven a cabo los compromisos… Pero, volviendo a tu pregunta, creo que no les podemos firmar un cheque en blanco y estos programas deben de ser claros y concisos en lo que respecta a nuestra profesión. En base a ello, todas las propuestas que salgan de las actividades anteriormente mencionadas deben estar presentes en esos programas.

Y para que os escuchen los políticos y los partidos, ¿tenéis pensada alguna acción concreta?

Nuestra puerta siempre está abierta a todos los agentes interesados. Como bien dice nuestro presidente, el Dr. Cobo, somos “asesores gratuitos” y esa es la actitud en la que me siento identificado. Ahora bien, nosotros debemos seguir nuestra agenda y exponer la realidad que vivimos en los centros de salud y los hospitales, le pese a quien le pese.

Esto es importante porque nosotros siempre estaremos del lado de los profesionales, vehiculizando sus demandas y congeniándolas con el deber público que tiene reconocido como entidad de derecho público nuestra corporación. Ahí, todo colectivo que esté por la mejora de nuestro sistema nos encontrará de aliados. Si bien, para aquellos que no lo estén, no nos temblará la voz para denunciarlo y exigir su modificación.

Falta de médicos ¿Cómo es la situación en su especialidad? ¿Qué ha fallado y que hace falta para no quedarnos sin profesionales?

En mi caso concreto, la especialidad de Oncología Médica es similar a otras, si bien tiene sus matizaciones. Mi especialidad es una especialidad relativamente joven, lo que hace que el problema que tienen otras en relación a las jubilaciones, no sea tan acuciante. Ahora bien, nos encontramos con un aumento en las demandas en salud por hechos como el envejecimiento de la población, el aumento de los programas de cribado, o el aumento de la supervivencia en el cáncer. Todo esto hace que sea necesario dotar al sistema de una buena estructura con unos recursos humanos adecuados, y más si cabe en una especialidad de tanta sensibilidad como la mía; donde es inadmisible descuidar aspectos como la humanidad por la tensión que pueda soportar el sistema. Para no quedarnos sin profesionales (y que estos cambien de profesión o se vayan al extranjero…) debemos ser capaces de hacer adecuadas políticas de retención. Hace poco publicamos desde la Sección +MIR de la SEOM un estudio donde evidenciaba precisamente esto, la repercusión que tiene la falta de una adecuada planificación y proyección en la carrera profesional de los oncólogos jóvenes.

Las nuevas generaciones de médicos/as ya no ven tan atractivo trabajar en el SNS ¿Qué se puede hacer para retener el talento?

Bueno, no es que no lo veamos atractivo, es que ya, “no todo vale”. Mi generación tiene clara que la vida es corta como para asumir como normales comportamientos o dinámicas que son propios de otras épocas y otros sistemas. Jornadas laborales de más de 32 horas sin descanso o jornadas laborales semanales que excedan la normativa europea, no se pueden dar en el SNS porque si no sus profesionales y el propio sistema colapsa.

El sistema debe adaptarse y reformularse. Debemos pensar fuera de los límites establecidos y alejar de la toma de decisiones a las generaciones pasadas que perpetúan dinámicas que únicamente favorecen a unas élites. Únicamente así haremos que el sistema sea sostenible en el tiempo, adecuado y beneficioso, no solo para los usuarios, sino también para sus profesionales.

Sanidad privada ¿Qué está pasando y por donde pasa la solución? ¿Qué pueden hacer los profesionales?

¿De qué tipo de sanidad privada hablamos? Hay que saber matizarla para evitar demonizar una realidad que es bastante amplia. En el caso de la sanidad privada de la que más se habla actualmente, es la que se ejerce con intermediarios en la provisión de servicios a través de la contratación de seguros, y en esta, está pasando lo mismo que en la sanidad pública, pero con un agravante. El agravante es que existe un sistema perverso basado en beneficios que todavía tensiona más la situación. Como es bien conocido, un médico que está viendo pacientes para una compañía no puede estar cobrando entre 6 y 7 € por consulta cuando una hamburguesa cuesta por encima de los 10€. Hay que darle valor al ejercicio de la medicina o ésta se banalizará y las consecuencias no serán nada buenas. Mi generación también va a enfrentarse a este reto y las consecuencias serán también un cambio de paradigma en este modelo de atención sanitaria.

Situación crítica de la Atención Primaria ¿Existe un riesgo real e inminente de quebrar el modelo si no se aborda de manera urgente la situación del primer nivel asistencial?

Totalmente. O le damos una vuelta al modelo asistencial desde la base de la Atención Primaria o el sistema colapsará. Debemos saber qué modelo asistencial queremos tener y en base al mismo, dotarlo y ejecutar las medidas necesarias. Lo que no puede ser es que tengamos un sistema basado en niveles de atención y no se organice consecuentemente. También debemos tener claro esos niveles de cara a la planificación y la dotación de recursos. El café para todos es un arma de doble filo, ya que cuando se deje de hablar de los problemas de atención primaria se empezará a hablar de la especializada y, o se abordan en su conjunto como sistema con todos los agentes, o el problema se agravará y no se solucionará.

¿Deben de ser los profesionales quienes lideren los cambios y transformaciones en el SNS o debe de ser la Administración?

Deben de ser los profesionales, pero desde la Administración. Siempre lo he dicho. Necesitamos médicos independientes en las administraciones. Médicos que no se dobleguen a los intereses de los partidos y que sean capaces de acometer las reformas necesarias. Éstos deben de ser capaces de exponerlas tanto a la sociedad como a los líderes políticos; y tener claro que o se toman las medidas necesarias o seguiremos lamentándonos. Necesitamos médicos que hayan experimentado la realidad clínica pero que también entiendan los despachos como herramientas para mejorar la realidad de sus pacientes. Únicamente así conseguiremos estar a la altura de las transformaciones que actualmente están siendo demandas por la sociedad en su conjunto.

FUENTE: medicosypacientes.com